Con motivo de Corpus Christi, el obispo de Neuquén anima a volver a poner la Eucaristía, la Adoración y el Rosario como fuente de vida y pide caminos creativos para resignificar estos pilares orantes.
El arzobispo reflexiona a partir de la parábola del "Trigo y la cizaña" y pide: "Protejamos los brotes nuevos del trigo que va creciendo en niños y jóvenes, y seamos generosos en la siembra".
El obispo de Posadas realizó una valoración de la vida en todos sus aspectos e instó a revisar "cuál es el aporte que realizamos como cristianos a la sociedad y a la cultura".
"El cristianismo, antes que moral, es gracia, regalo, don: presencia de la Trinidad en nosotros. Todo lo demás brota de esta fuente", reflexiona el obispo de San Francisco.