Mons. Croxatto: 'La adoración, es el motor de la evangelización'
- 30 de mayo, 2024
- Neuquén (AICA)
Con motivo de Corpus Christi, el obispo de Neuquén anima a volver a poner la Eucaristía, la Adoración y el Rosario como fuente de vida y pide caminos creativos para resignificar estos pilares orantes.
“Adorar la Hostia santa debería ser el centro de la vida de todo hombre”. Con estas palabras de san Carlos de Foucauld, el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, dirige a los fieles una carta con motivo del Corpus Christi.
En su reflexión, el prelado considera oportuno volver a recordar, reforzar y pedirles “que sigamos haciendo posible con más intensidad la adoración a Jesús Sacramentado”. “Muchos son los testimonios a lo largo de la historia que nos muestran cómo este gesto de amor al Señor vivo y presente allí, cambia la vida de las personas”, destaca.
Por eso, agradece a las comunidades que, ante su pedido -hace ya 3 años-, fueron incorporando esta oración de adoración. Al respecto, considera: “Soy consciente de cómo cuesta que muchos de nuestros fieles, incluso cercanos y comprometidos en tantas tareas, descubran el valor infinito de ese momento frente a Él. Nos hace falta una catequesis sobre la oración de adoración y de la Eucaristía. La oración y particularmente la adoración, es el ‘motor de la evangelización’”.
En ese sentido, plantea también a la necesidad de promover las vocaciones al sacerdocio porque, como decía San Juan Pablo II: ‘No hay Eucaristía sin sacerdocio, como no existe sacerdocio sin Eucaristía’. “Siempre el Señor suscita en nuestras comunidades laicos que sienten este llamado de rezar y acompañar las vocaciones. Hay que volver a invitar y promover la pastoral vocacional en las comunidades”, anima.
“La oración verdadera no nos aleja de la historia concreta de cada día, al contrario, nos compromete más”, explica, y llama a no conformarse con una oración superficial, incapaz de llenar la vida. “Sin oración la vida de fe se debilita, nos convertimos en ‘cristianos en riesgo’”, advierte.
A continuación, el obispo de Neuquén repasa los tres modos de oración que son una invitación común para todo el Pueblo de Dios: la Eucaristía, la Adoración y el Rosario. “Con sencillez y humildad, les pido que, en todas las comunidades, aunque sean pequeñas, volvamos a poner estos modos como fuente de vida. Pidámosle al Espíritu Santo nos inspire los caminos creativos para resignificar estos pilares orantes en nuestras comunidades”, recomienda.
“María Auxiliadora, a quien celebraremos en estos días, nos auxilie para que, como Ella, nos abramos confiados a la obra y a la misión que el Señor nos confía en estos tiempos”, concluye.+