Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Martínez: 'La Santísima Trinidad es el fundamento de la fraternidad'

  • 29 de mayo, 2024
  • Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas realizó una valoración de la vida en todos sus aspectos e instó a revisar "cuál es el aporte que realizamos como cristianos a la sociedad y a la cultura".
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“Si hay algo esencial de nuestra fe como cristianos es creer que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo”, expresó el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, en una carta con motivo de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.

El prelado destacó la importancia de comprender “la significación que tiene para nuestra vida esta verdad que confesamos los cristianos”, ya que dicha confesión trinitaria “tiene consecuencias en nuestra espiritualidad, en la evangelización y hasta en la manera de vivir y concebir el mundo”.

La comunión de la Trinidad, origen y modelo perfecto de toda vida en común, “es fundamento de nuestra convivencia social” y debe propiciar la cultura del encuentro, expuso el obispo, que instó a revisar “cuál es el aporte que realizamos como cristianos a la sociedad y a la cultura”.

En un contexto individualista y fragmentado, donde priman los intereses particulares y sectoriales sobre el bien común, “quien cree puede llegar a reconocer que Dios ama a cada ser humano con un amor infinito y que con ello le confiere una dignidad infinita. A esto se agrega que creemos que Cristo derramó su sangre por todos y cada uno, por lo cual nadie queda fuera de su amor universal”, planteó.

“Resulta asombroso ver cómo por un lado crece positivamente la valoración de los derechos humanos, base de una justa y solidaria convivencia social, y por otro se parcializa la comprensión de los mismos derechos y se cae en la omisión de tantísimas situaciones que atentan contra la dignidad y la misma vida humana”, denunció monseñor Martínez.

Asimismo, explicó que en la diócesis de Posadas se está realizando “una pastoral que nos permita tener una valoración de la vida en todos sus aspectos: la vida por nacer desde su concepción; los derechos del niño, su nutrición y educación, señalando la gravedad del flagelo del alcoholismo y la droga que va sumergiendo en la oscuridad el futuro de tantísimos jóvenes; la necesidad de una vida digna para las familias, los adultos y ancianos”.

Esto, señaló, será un aporte fundamental para una comprensión más integral de los derechos humanos. También destacó que el trabajo evangelizador en favor de la vida tiene necesarias consecuencias sociales que recrean nuevos y mejores vínculos de comunión social.

Lo utópico, advirtió, “es creer que podremos mejorar y progresar fundamentados solamente en aspectos pragmáticos y eficientistas que omitan algunos valores y la cuestión ética”.+