Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Jofré: 'Que nadie sufra hambre por nuestra indiferencia'

  • 23 de mayo, 2024
  • Villa María (Córdoba) (AICA)
El obispo de Villa María instó a aliviar el flagelo del hambre, que no puede esperar. Encomendó a Cáritas canalizar la generosidad de la comunidad de forma sostenida, más allá de situaciones concretas
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Monseñor Samuel Jofré, obispo de Villa María, dirigió este lunes una carta a la comunidad diocesana, en la que abordó las condiciones económicas “que están afectando a muchos hermanos, algunos de los cuales no ven cubiertas sus necesidades básicas”.

Refiriéndose a la pobreza en la Argentina, señaló que no se debe a una calamidad natural ni a una agresión extranjera, sino que “es consecuencia de nuestros propios desórdenes, personales y comunitarios, morales y políticos, sin descartar ineptitud de algunos funcionarios”.

A su vez, denunció que “estos desórdenes se vienen arrastrando y acumulando desde hace décadas, por lo que cualquier intento de mejorar tardaría un tiempo en dar sus frutos”. Sin embargo, aseguró que “el hambre y la alimentación no pueden esperar, particularmente en los niños”.

Por eso, animó a toda la comunidad a una actitud eficaz, “para aliviar entre nosotros el flagelo del hambre”. “Quiero pedirles que en nuestras parroquias u otras instituciones nos movilicemos para ayudar a que nadie sufra hambre a causa de nuestra indiferencia”, instó.

Aunque aseguró que “no es poco lo que hace el Estado en sus diferentes niveles, así como las escuelas y otras iniciativas particulares”, invitó a procurar complementarlas en lo que haga falta.

“Dejo a la iniciativa y creatividad de cada uno el modo de concretarlo. Sí les pido a los párrocos que las Cáritas parroquiales instrumenten modos de canalizar la generosidad de la comunidad y gestionen de la manera más eficiente posible esa ayuda, contando también con Caritas diocesana”.

Por último, dedicó una mención especial a la atención de los adultos mayores: “Aunque sus necesidades son diversas a la de los niños, su hambre no puede dejar de interpelarnos. Es necesario tener en cuenta que esas personas, especialmente cuando han trabajado toda su vida, quizás no se acerquen a pedir ayuda, por lo que es oportuno salir a buscarlos”.

“En la Argentina solemos reaccionar generosamente ante urgencias y catástrofes, pero nos cuesta mantener el buen orden en el tiempo”, planteó. Por eso, solicitó a Caritas diocesana una planificación, a partir de la cual se prevean acciones sostenidas de acompañamiento, asesoramiento y organización en estas ayudas.

“Esta carta es un pedido en nombre de Cristo, pero es también una oferta, la de hacer algo importante por Dios, la Iglesia y la Patria. Si la aprovechamos, podremos experimentar la verdad de la enseñanza de Jesús: «La felicidad está más en dar que en recibir»”, concluyó.+