Irak: sin festejos navideños por las víctimas de Qaraqosh y Tierra Santa
- 30 de noviembre, 2023
- Erbil (Kurdistán iraquí) (AICA)
Los líderes cristianos condenaron la "guerra devastadora" entre Israel y Hamás, y pidieron además justicia para las víctimas de la tragedia acaecida durante una boda cristiana en Qaraqosh.
Condena de la "guerra devastadora" en Tierra Santa, críticas por la revocación del decreto presidencial en el largo affaire que involucra al patriarca caldeo y "profundo dolor" por la tragedia que golpeó a la comunidad cristiana de Qaraqosh y que, hasta la fecha, ve impunes a los responsables: estos son los puntos principales del comunicado final emitido al término de la reunión de los jefes de las Iglesias de Irak, celebrada en el monasterio sacerdotal de Ankawa, en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, por invitación del patriarca caldeo, cardenal Louis Raphael Sako.
"Anunciamos la cancelación de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo", rezaba la nota de los líderes cristianos, con servicios "limitados a oraciones y ritos eclesiásticos", en señal de respeto por las víctimas de Qaraqosh y Tierra Santa. También se cancelaron las "tradicionales recepciones" de autoridades políticas y religiosas (incluidos musulmanes), con el usual "intercambio de buenos deseos".
La reunión entre los líderes y jefes de las Iglesias se centró en la actualidad, sobre todo en la guerra entre Israel y Hamás, que amenaza con envolver a toda la región de Oriente Medio, así como en la tragedia que golpeó a la comunidad cristiana de Qaraqosh en septiembre, con el incidente durante una fiesta de bodas. Una cumbre que comenzó "con un minuto de silencio" por las víctimas "del holocausto" de Qaraqosh y del sangriento conflicto entre Israel y Palestina, y, durante la cual, los dirigentes reiteraron que "los cristianos no son una minoría en su patria" y que sus "raíces son profundas" en Irak.
Antes y después del Islam, explicaba la nota, los cristianos "han desempeñado un papel muy arraigado en la historia" de la Mesopotamia, desde las "primeras civilizaciones". Son "pacíficos" por su "naturaleza y fe", no propensos a la "violencia y la venganza", pero "a pesar de ello fueron objeto de presiones, ataques e intentos de apoderarse de sus hogares y propiedades de forma solapada". Todo ello ha llevado, "a los que tienen medios, a emigrar, para preservar su vida y el futuro de sus hijos", por lo que es hora de que el Estado tome "medidas serias" para "preservar" sus derechos, garantizarles justicia y "devolverles los bienes usurpados".
Este último punto –informa AsiaNews- enlaza con el asunto del patriarca caldeo que, a mediados de julio, trasladó temporalmente la sede patriarcal de la capital iraquí a Erbil, en respuesta a la anulación por parte del presidente de la República del decreto que reconocía su rol y su autoridad.
Una decisión sorprendente la del Jefe del Estado: Abdul Latif Rashid, de hecho, desautorizó con esa medida una tradición secular al golpear de esa manera a la más alta autoridad católica iraquí, que también es responsable de la gestión de los bienes y propiedades eclesiásticos. Y es aquí donde gira la cuestión de fondo: el control de las propiedades, que acabaron en el punto de mira del líder cristiano autodenominado "Rayan el Caldeo" y de las milicias proiraníes que lo apoyan (una abigarrada galaxia que incluye a chiíes, cristianos, suníes, etc.), una amenaza para la paz y la convivencia de toda la nación.
De ahí la petición, en el comunicado de los líderes cristianos, de restablecer la tradición milenaria, porque "estos decretos son importantes" en la medida en que "reconocen la cabeza de cada Iglesia" y sancionan sus "plenos poderes".
Refiriéndose a la tragedia ocurrida en la boda cristiana de Qaraqosh, los dirigentes de las Iglesias hablan del "dolor y la conmoción" aún presentes por la muerte de "133 personas" inocentes y los numerosos heridos.
"Pedimos al gobierno iraquí", dice la declaración, "que lleve a cabo una investigación seria para averiguar quién causó el incidente y que rinda cuentas ante la justicia". Una referencia que sin duda no es casual, dado que dos meses después (fue el 26 de septiembre) se ha hecho el silencio sobre la masacre y aún no hay elementos ciertos ni sospechosos. Por ello, los líderes cristianos se dirigen también a los responsables iraquíes, pidiéndoles "sabiduría y valor" para "luchar contra la corrupción, poner fin a las cuotas sectarias, limitar las armas a las fuerzas legítimas reconocidas por la Constitución, y reforzar el ejército y la policía" con vistas a "la estabilidad y el progreso".
Al inaugurar la reunión, el cardenal Sako se dirigió a los presentes destacando los "tres obstáculos" que hay que superar para conseguir un país y una sociedad en los que los cristianos puedan vivir plenamente: en primer lugar, "superar el fanatismo-extremismo", rechazando lo que "obstaculiza el encuentro y el diálogo honesto"; también, mantener la "lealtad a Dios, a Cristo y a nuestro país", al que "seguimos amando, a pesar de las heridas", con la esperanza de "vivir en paz, libertad, dignidad"; y en tercer y último lugar, sostener la "vigilancia y la atención" para identificar las "múltiples presiones" a las que están sometidos los iraquíes y los cristianos en particular, recordando a todas las confesiones y denominaciones cristianas presentes en la reunión que "es importante trabajar como un único equipo en este momento difícil".+