El patriarca caldeo, Card. Luis Raphael Sako, manifestó que se vive una situación "preocupante", sobre todo para la población civil, que paga "el precio más alto".
El Sínodo anual de la iglesia caldea ve con preocupación los numerosos conflictos que están desgarrando a las comunidades cristianas que viven en Medio Oriente.
El patriarca volverá a Bagdad. En julio del año pasado, se había trasladado al Kurdistán iraquí, tras revocarse un decreto que también lo validaba como administrador de los bienes de la Iglesia.
En un mensaje a los caldeos de todo el mundo, el cardenal Sako advirtió que "la supervivencia de las comunidades cristianas en Irak se ve amenazada por las ambiciones y divisiones sectarias".