Miércoles 25 de diciembre de 2024

Asamblea Plenaria: misa en memoria de los obispos fallecidos

  • 14 de noviembre, 2024
  • Pilar (Buenos Aires) (AICA)
Fue durante la cuarta jornada de deliberaciones en la casa de ejercicios "El Cenáculo". La Eucaristía fue presidida por el Card. Poli, quien agradeció por lo que sembraron los antecesores episcopales.
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Quienes participan de la 125ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comenzaron la cuarta jornada con una misa en sufragio por los obispos fallecidos.

La Eucaristía fue presidida por el arzobispo emérito de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, y lo acompañaron en el altar el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc y el obispo emérito de San Justo, monseñor Baldomero Martini.

En la homilía, el cardenal Poli recordó que, "desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios". 

"Tendremos presentes a los recientemente fallecidos, con quienes compartimos muchas horas en los espacios que nos brinda la Conferencia. Elevamos una sentida acción de gracias por habernos entregado generosamente un magisterio que nos sigue iluminando", destacó, y profundizó: "'Brillarán y se extenderán como chispas por los rastrojos'; igual que sus testimonios de vida, que nos edifican y contagian deseos de seguir sus huellas". 


El purpurado aseguró, siempre en relación con los prelados fallecidos, que se recuerdan "sus palabras por la sabiduría que encierran y no dejan de sorprendernos la proyección de sus gestos, que el humilde pueblo fiel guarda celosamente, como legado espiritual de sus pastores". 

"Agradezcamos a todos aquellos que, sin cálculos, nos ofrecieron el servicio de comunión, asumiendo responsabilidades que significaron sacrificios, renunciamientos, humillaciones y dolorosos escándalos que solo Dios conoce", pidió. 

"Sus incondicionales iniciativas de amor siguen vigentes y son parte de la luz que el espíritu esparce en el campo de su Iglesia. Cómo no ser agradecidos, si muchos de nosotros hemos cosechado lo que ellos sembraron", valoró.

El cardenal Poli citó al respecto al poeta católico Francisco Luis Bernárdez, quien decía:

Al fin y al cabo comprendí que
lo que el árbol tiene de florido, 
vive de lo que tiene sepultado.

"Por eso, hay algo más para volver a pasar por el corazón, y es el instante de nuestra ordenación episcopal. En unos instantes de silencio, recordemos a los obispos difuntos que por la imposición de sus manos nos infundieron el Espíritu Santo y, con él, el ministerio apostólico; a los que derramaron sobre nuestras cabezas el óleo de alegría y,, con un abrazo nos recibieron en el cuerpo episcopal. Eterna gratitud a todos ellos y esperamos, confiados, abrazarlos en la gloria", concluyó.+