El arzobispo de Córdoba destacó la necesidad de sustraerse a la multitud, saber buscar espacios de soledad y encuentro con Dios, y volver con renovadas fuerzas "a un mayor servicio a nuestra gente".
El arzobispo de Córdoba planteó que "la fe se juega cuando la realidad ha pronunciado la sentencia más brutal e inapelable". "En ese momento, brota la esperanza", consideró.
El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre la experiencia de la tormenta, y señaló tres posibles actitudes frente a la adversidad. Alentó a "buscar auxilio en Dios y en quien nos pueda ayudar".
El arzobispo de Córdoba alertó contra la cultura del bienestar, "que nos lleva a pensar en nosotros mismos, nos vuelve insensibles a los gritos de los otros, nos hace vivir en una burbuja"