Mons. Rossi: 'El voluntariado es gratuidad, encuentro con el dolor y la injusticia'
- 20 de julio, 2023
- La Rioja (AICA)
El arzobispo de Córdoba brindó un conversatorio en La Rioja, donde definió al voluntario como "un vulnerable, es un herido que quiere reparar a otros. El voluntariado nos defiende de la indiferencia".
El arzobispo de Córdoba, cardenal electo Ángel Rossi SJ, brindó un conversatorio en la diócesis de La Rioja y en el que intercambió preguntas y respuestas sobre el voluntariado, su fortaleza, cuidado y fines.
“El voluntariado es un modo de vivir los gestos, se funda en la Palabra y en la pregunta del juicio final de Mateo 25. El voluntariado es gratuidad, encuentro con el dolor y la injusticia que despierta una indignación que clama y empuja y hace nacer una rebelión de la solidaridad que cree que otro mundo es posible”, destacó.
El arzobispo cordobés definió al voluntario como "un vulnerable, es un herido que quiere reparar a otros. El voluntariado nos defiende de la indiferencia”.
“Se nos preguntará sobre la alegría, que es lo esencial del cristiano, ¿qué hiciste con la alegría que te regalé el día de la Resurrección? Otros dicen que se nos preguntará sobre las manos ¿has dado? Lindo sería que abramos nuestras manos vacías y el corazón lleno de rostros. Los mártires riojanos son un ejemplo de eso, son un ejemplo de cobijo, de rostros”, aseguró.
"La miseria de nuestros hermanos -dijo- nos concierne, es allí en donde aparece misteriosamente Jesús. El crimen más grave es el desinterés, Cristo bajó al dolor, estuvo en el sitio del dolor, para el cristiano amar es hacer obras de amor; nuestros gestos son el modo de hacer entender a nuestro pueblo nuestros gestos de dolor”.
Y recordó: “Ante eso no tenemos todos los medios necesarios, pero como el buen samaritano tenemos nuestra persona que tiene que ver y detenerse ante el herido”.
Por otra parte, el arzobispo cordobés llamó a “no tener miedo a la obra grande ni tampoco al pequeño detalle. Es hora de quitarnos las pantuflas y ponernos las alpargatas. El voluntariado confía de forma apasionada, no tiene mucha técnica, pero tiene humanidad”.
“Cada uno de los mártires fue un apasionado”, señaló, al tiempo que sostuvo: “Un corazón que no sea apasionado no es un corazón. El voluntario tiene que ponerse en los zapatos de los otros y la clave es la humildad. Es el que se da cuenta que más allá es un mundo doliente del cual somos responsables”.
En tanto, monseñor Rossi manifestó: “El sencillo es el que pesca lo esencial que es amar y hay que cuidar al que cuida; los voluntarios no somos los grandes que vamos a los pequeños, los santos que vamos a los pecadores, los sanos que vamos a los enfermos. Muchas veces nos visita el cansancio, el desencanto, la fragilidad. El que se crea mejor que los demás no sirve para el voluntariado”.
“Es sentirse hermanado en la vulnerabilidad, en la pobreza. El preguntar ¿cómo estás?, una visita, un llamado, un gesto de ánimo hace mucho. No tenemos una misión, somos misión, tenemos que animar, poner de pie, consolar”, afirmó.
Sobre el final de la charla, el futuro purpurado recordó a los familiares del beato Wenceslao Pedernera, quienes “son testigos de la alegría serena de nuestro pueblo” porque “el pesimismo no es cristiano”, exclamó.
“Hay que valerse de los medios de comunicación, crear espacios de propuestas de comunicación. Somos un poco tímidos y quedados para dar a conocer y dar espacios. Tenemos que salir, andar con ánimo confiados en Jesús”, concluyó.+