Se celebró la Navidad en la Secretaría de Cultura de la Nación

Funcionarios y empleados de ese organismo participaron en la misa de Navidad, que desde hace más de 25 años se celebra anualmente en su sede y que presidió el presbítero César Salvador Sturba

Funcionarios y empleados de la Secretaría de Cultura de la Nación participaron de la misa de Navidad, que desde hace más de 25 años se celebra anualmente en la sede del organismo, y que presidió el presbítero César Salvador Sturba el jueves 21 de diciembre.

Durante la celebración eucarística, se pidió “por la patria y sus gobernantes, para que los argentinos crezcamos en justicia y paz, y se robustezca la solidaridad y la concordia”, y se oró por las actividades que desarrolla la cartera, a fin de que “sea un lugar donde se proclame y se impulse la belleza y el bien desde sus múltiples expresiones”.

La misa, a la que acudieron numerosas personas, se ofició en el primer piso del ex Palacete Casares, en avenida Alvear 1690, en la antigua capilla bizantina con altar de piedra y mosaicos italianos que -con el fin de alojar allí al cardenal Eugenio Pacelli, luego papa Pío XII, durante su visita al país en 1934, en ocasión del XXXII Congreso Eucarístico Internacional- fue restaurada por indicación de su entonces propietaria, Adelia María Harilaos de Olmos.

La capilla está dedicada a la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de la Merced -de la cual cuenta con una talla del siglo XVII-, a quien en 1812 el general Manuel Belgrano entregó su bastón de mando, luego de la victoria en la batalla de Tucumán.

En su homilía, el presbítero Sturba expresó la alegría de celebrar la Navidad aun en una sociedad muy convulsionada en todo el mundo; animó a pensar en quienes están en guerra, a pedir la paz. Todos somos hermanos, expresó, no hay que destruir al otro, al que piensa distinto... en estos momentos, lo que se necesita es convivencia, solidaridad.

El sacerdote -que es abogado y ejerció la docencia muchos años en escuelas públicas del Estado, tiene 82 años y reconoció estar “más para el arpa que para la guitarra”- también incluyó en la homilía su experiencia personal, dado que él de niño vivió en un conventillo, en situación de pobreza, pero con dignidad, una dignidad que otorga la cultura del trabajo. “Aprendí en la escuela pública”, dijo, refiriéndose a los institutos de gestión estatal, agregando que también son públicas las escuelas de gestión privada. “Todos tenemos que sumar para que nuestro pueblo crezca”, dijo.

 “Todos podemos mejorar, todos tenemos que sumar, no criticar sin proponer”, apuntó después, invitando a cada uno a aportar desde el pensamiento reflexivo; y a rezar para que las cosas vayan bien, a pedir que “el Niño Jesús nazca en el corazón de cada uno de nosotros”, que dio ejemplo curando a los enfermos, guiando a quienes no hallaban sentido a su vida, y que, al recapitular todas las cosas, nos va a juzgar “por el amor, por la caridad, por la solidaridad”.

Asimismo, el presbítero agradeció a las autoridades de la Secretaría de Cultura de la Nación por permitir continuar con esta tradición de la misa de Navidad, destacando al secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, por el hecho de que haya abierto las puertas una vez más para ello; a la subsecretaria de Gestión Administrativa, Lucía Ferrari; al área de infraestructura, en la persona del arquitecto Pablo Sanmarti; a la directora del Coro Nacional de Niños dependiente de la Secretaría de Cultura, licenciada María Isabel Sanz; y a todos los que han hecho posible que la celebración se siga realizando durante estos últimos 25 años. “Cuántas cosas hermosas y lindas”, dijo, al valorar todo lo que se pidió por la paz durante ese largo tiempo.

Durante la celebración, se pidió también:

− por las familias de los que trabajan en la Secretaría de Cultura, para que el misterio de la Navidad las haga crecer en el amor, y que el Santo Niño de Belén les dé consuelo y fortaleza a aquellas que sufren problemas o angustias;

− por quienes padecen necesidades espirituales o materiales, para que Aquél que nació pobre y humilde les otorgue esperanza y luz para superar las dificultades;

− por los familiares y amigos difuntos, en especial por quienes fueron empleados de ese organismo nacional, que el Señor les conceda la gloria de la feliz eternidad.

Al finalizar la misa, el padre César Sturba bendijo a todos los presentes con la imagen del Niño Dios e invitó a adorar al Niño, para lo cual muchos se acercaron haciendo fila, mientras que de fondo se escuchaban villancicos del Coro Nacional de Niños, organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, que acompañaron con sus cantos toda la celebración. +