Recordaron a los sacerdotes mártires de la Unión Soviética
- 6 de noviembre, 2018
- San Petersburgo (Rusia)
El arzobispo católico de Moscú, Mons. Paolo Pezzi, y el postulador del proceso de beatificación de los mártires católicos rusos del siglo XX, P. Krzysztof Pozarski, recordaron a los 425 sacerdotes católicos de diversos ritos que murieron en los campos de concentración, en las cárceles y en el destierro por órdenes de las autoridades de la Unión Soviética entre 1918 y 1958.
Monseñor Pezzi presidió la Eucaristía votiva de la Preciosísima Sangre de Cristo, que fue concelebrada por el nuncio apostólico en Rusia, monseñor Celestino Migliore; el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia, monseñor Klemens Pickel, obispo de San Clemente de Saratov; monseñor Józef Werth, obispo de la Transfiguración en Novosibirsk; y monseñor Cyryl Klimowicz, obispo de San José en Irkutsk.
Para participar de la celebración en representación del Vaticano, viajó el secretario adjunto de la Congregación para el Clero, monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, al igual que el arzobispo de Minsk-Mogilev, Bielorrusia, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz.
Al término de la Eucaristía se dió lectura al Acta de Martirio de los sacerdotes presos en las Islas Solovetsky y se recitó una oración con los nombres de los 425 sacerdotes martirizados durante la era soviética. En su honor se dedicarán varias placas conmemorativas que recuerdan a los mártires y su variado origen. Entre los sacerdotes recordados se encuentran ocho de origen armenio, 19 bielorrusos, 4 georgianos, 6 letones, 23 lituanos, 64 alemanes, 277 polacos, 16 rusos, un eslovaco y 7 ucranios.
Durante la jornada se recordaron las palabras del papa San Juan Pablo II en su carta apostólica Tertio Millennio Adveniente: "En nuestro siglo han vuelto los mártires, con frecuencia desconocidos, casi «militi ignoti» de la gran causa de Dios. En la medida de lo posible en la Iglesia no deben perderse sus testimonios".+