Mons. Moon destaca "las riquezas del Pan de Vida"
- 7 de agosto, 2021
- Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
En su reflexión sobre este domingo el obispo coadjutor de Venado Tuerto destacó la "pérdida de popularidad de Jesús" y animó a buscar las riquezas que ofrece Pan de Vida.
Monseñor Han Lim Moon, obispo coadjutor de Venado Tuerto, reflexionó sobre el Evangelio de este domingo y expuso que Jesús pierde toda su popularidad al afirmar “Yo soy el pan vivo bajado del cielo”.
“¿Por qué perdió toda su popularidad? Porque esta revelación era muy difícil de creer para todos y nadie en la historia podría decir palabras tan inéditas”, afirmó y puntualizó en las expresiones de Jesús que a la gente le parecían absurdas.
En cuanto a la frase “bajado del cielo”, el obispo aseveró: “Esta afirmación era inaceptable para los presentes porque conocían muy bien a los padres y parientes de Jesús. Es decir, para ellos Jesús no venía del cielo”.
“Entonces, ¿cómo puede ser que Jesús haya afirmado algo tan inédito? ¡Porque Él es Dios! Por eso dijo: ‘Yo soy’ ¿Y es posible creer en Él? ¡Claro que sí! Pero sólo por el don de la fe y por la enseñanza en el interior del hombre que Dios Padre concede. Por eso, Jesús dice: ‘Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí’”, señaló.
Monseñor Moon destacó que “Jesús es el verdadero Pan de la Vida eterna para quien cree” y que “al comerlo nos ofrece increíbles riquezas”.
En este sentido, mencionó: “Así como el profeta Elías, muy desanimado y deprimido, a quien el ángel, ofreciéndole pan y agua, le dijo ‘¡levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!’. Haber comido ese pan le dio fuerza para caminar cuarenta días y noches hacia el encuentro personal con Dios. Este pan era la prefigura del pan que Jesús nos ofrece hoy y que nos dará una fuerza muchísimo mayor”.
En segundo lugar, el prelado destacó que “otra riqueza es que, al comer y unirnos al Hijo de Dios hecho pan, somos fortalecidos en nuestro ser hijos de Dios. También, este ‘pan partido y repartido’ nos ayuda para nuestro ‘éxodo del egoísmo’ y nos capacita para amar a todos como Jesús nos ama”.
Para finalizar, monseñor Moon manifestó: “Compartir entre los hijos de Dios el mismo Pan, Jesucristo, fortalece nuestra unidad con Dios y con nuestros hermanos. Ahora, en concreto, ¿dónde encontramos este Pan? ¡En cada Misa! Allí, nos encontramos con Jesús hecho pan, ofrenda de amor: agradable a Dios y para la vida eterna de los hombres”.+