El obispo de San Isidro destacó que "la fe se expresa en ese comer el Pan de vida, y ese comer el Pan de vida me compromete con la carne de Jesús y con la carne de mi hermano".
"No solamente el pan de harina", planteó y recordó que se trata de que, a partir de cada Eucaristía, cada uno "sea Cuerpo de Cristo para los demás, alimento para tantos hermanos con los que me cruzo".
"Unamos inteligencia y sentido común para presentar nuestra fe, pero no dejemos de acercarnos al Pan de Vida y esperanza de los hombres que es Carne y Sangre para la vida del mundo", pide el arzobispo
"Mientras la miseria, la injusticia y la violencia roban a los hombres el pan de cada día, Jesús se ocupa de la mayor necesidad: nos salva, alimentando nuestra vida con la suya, para siempre", afirma.