El Papa a jóvenes franceses: "No se puede ser evangelizadores tristes y desanimados"
- 31 de octubre, 2018
- Ciudad del Vaticano
El anuncio del Evangelio debe hacerse con alegría, con una "oreja para escuchar la Palabra de Dios, y una oreja para escuchar al pueblo. No existe la evangelización de laboratorio, sino que la evangelización siempre se hace ?cuerpo a cuerpo? con el pueblo de Dios y con la palabra de Dios", dijo el papa Francisco a un grupo de 30 jóvenes de la diócesis francesa de Viviers, que fueron recibidos en el Vaticano, tras regresar de una peregrinación en la Argentina, en la diócesis de La Rioja.
Los jóvenes, que permanecieron un mes en el país, recordaron las historias de los dos sacerdotes asesinados en 1976: el padre Gabriel Longueville y el padre Carlos Murias, provenientes, precisamente, de la diócesis de Viviers.
Al recibir al grupo, Francisco les entregó el texto preparado para el encuentro, en el cual se habla de "Hacerse siervos y amigos del Señor, abrazando los riesgos de la misión a la cual Él nos llama". En el texto, Francisco recuerda a los mártires, testigos de "Jesús, de Él, que por amor, ha dado la vida por todos los hombres y por cada uno de nosotros". Además de mencionar a los religiosos, también se refirió al obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, cuya beatificación se celebrará próximamente, y al laico, Wenceslao Pedernera.
"Conocí al padre Longueville", confesó el Papa, quien recordó unos ejercicios espirituales que les predicó el obispo Angelelli en junio de 1973, cuando fue elegido provincial de los jesuitas en la Argentina. "Ahí escuché un consejo suyo: una oreja para escuchar la palabra de Dios y otra para escuchar al pueblo. No existe la evangelización de laboratorio: la evangelización siempre es cuerpo a cuerpo, personal, de lo contrario no es evangelización: cuerpo a cuerpo, con el pueblo de Dios, y cuerpo a cuerpo con la palabra de Dios", recordó el Papa.
Al responder a algunas preguntas de los jóvenes, Francisco afirmó que los pobres comprenden mejor la Palabra de Dios, porque no interponen ninguna barrera, tienen el corazón abierto para recibirla.
El pontífice subrayó que al rezar juntos, la oración se vuelve más fuerte, y, al mismo tiempo, recordó que a veces es necesario estar solos frente a Dios para encontrarse con Él. Sin embargo, es una soledad física, porque debemos ser conscientes de "que toda la Iglesia está conmigo, toda la comunidad está conmigo". Es la certeza que anima al eremita, que sabe estar unido al pueblo de Dios.
El Papa luego resaltó la importancia de vivir en comunidad, aun cuando al regresar de una peregrinación, se retorne a la rutina habitual. Es necesario confrontarse, "recordar y renovar" la experiencia.
Seguidamente el Santo Padre se refirió a la evangelización y citando lo expresado en la Evangelii nuntiandi por el papa san Pablo VI: la evangelización debe hacerse con alegría. No se puede ser "evangelizadores tristes, desanimados, sin ilusión, con cara avinagrada".
Por último, y tras otra pregunta, el Papa abogó por "comprenderse, cooperar y rezar juntos". "Es muy importante el diálogo entre ustedes. Tienen que hacerlo con la mente, con el corazón y con las manos. Si no se dialoga así, el diálogo no dura. Por esto es importante que los jóvenes se ensucien las manos, se comprometan", finalizó.+