El Papa invitó a mirar a los santos, a los que definió como "personas llenas de Dios" y destacó a figuras contemporáneas como Maximiliano Kolbe, la Madre Teresa de Calcuta o el arzobispo Óscar Romero.
En su discurso ante las autoridades belgas, el Papa dijo que la Iglesia tiene que afronta con decisión este flagelo, "acompañando a los heridos". También recordó el drama de las "adopciones forzadas".
Tras 12 días de visita en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, el Papa se despidió en el aeropuerto Changi, de este último país, donde se sacó "selfies" con varias personas.
"Esto es por el amor que tiene por los misioneros, por la gente, por los más lejanos", dijo el padre Martín Prado. El Papa mantuvo un encuentro con sacerdotes y religiosas en una escuela de Vanimo.