Miércoles 1 de enero de 2025

Chascomús: Mons. Liébana animó a multiplicar los signos de esperanza

  • 26 de septiembre, 2024
  • Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
El obispo diocesano presidió la fiesta patronal en honor de la Virgen de la Merced, en la que se bendijo una imagen de Carlo Acutis y se entronizó un solideo obsequiado por el Papa Francisco.
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El obispo de Chascomús, monseñor Juan Ignacio Liébana, presidió las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de la Merced en la catedral local, donde animó a la comunidad a multiplicar los signos de esperanza. También hubo celebraciones en las parroquias de las localidades bonaerenses de Guido y Lavalle.

De las fiestas patronales participaron sacerdotes y comunidades de la diócesis y se llevaron a cabo tras el Mes Misionero con la Virgen, en el que la imagen mariana recorrió instituciones y peregrinó alrededor de la laguna pidiendo por un pueblo libre de adicciones.

En este marco celebrativo, se bendijo una imagen del beato Carlo Acutis y una reliquia de primer grado traída recientemente por el obispo, que están peregrinando por la diócesis y animando, sobre todo, a la Pastoral Juvenil y Vocacional.


También se entronizó un solideo que el Papa Francisco mandó para la diócesis, como -explicó el obispo- "signo de comunión con el Santo Padre y su magisterio que hace referencia al cuidado de la casa común, a la fraternidad universal, a hacer una Iglesia sinodal en post de una renovada evangelización y ser una Iglesia en salida hacia las periferias".

En la homilía, monseñor Liébana puso el acento en tres temas: sinodalidad, evangelización y esperanza.

A partir de su experiencia reciente en Roma, donde participó del Curso de Formación para Nuevos Obispos, el obispo recordó que la sinodalidad es descubrir ser "una Iglesia que camina juntos, con distintos carismas y riquezas". 

"La sinodalidad es para evangelizar a todos, para que nadie quede afuera de recibir la Buena Noticia, renovando el anuncio kerigmático", profundizó.


En preparación para el Jubileo 2025, expresó su deseo de que en la diócesis se multipliquen los signos de esperanza en medio de un mundo que el pontífice define "gris, cansado, triste".

"El Papa nos invita a multiplicar signos de esperanza, a trabajar en pos de la paz y así poder enfrentar tantas situaciones de polarización, división y de guerras".

Monseñor Liébana también señaló que la convocatoria del Papa es en pos de la vida y de la atención de los más desfavorecidos, los migrantes, los privados de la libertad y de tantos que sufren en el mundo.

En este sentido, citó un punto de la bula Spes non confundit, en la que el pontífice sostiene: "La comunidad cristiana no se puede quedar atrás en su apoyo a la necesidad de una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica, y que trabaje por un porvenir que se caracterice por la sonrisa de muchos niños y niñas que vendrán a llenar las tantas cunas vacías que ya hay en numerosas partes del mundo".+

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