Mons. Carrara inició su ministerio pastoral como arzobispo de La Plata
- 29 de diciembre, 2024
- La Plata (Buenos Aires) (AICA)
En el marco de la apertura del Año Jubilar, el nuevo pastor platense pidió: "Que el Espíritu me inspire los caminos para que podamos compartir con los pobres la alegría del Evangelio".
El arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara, inició el sábado 28 de diciembre su ministerio pastoral como pastor de esta jurisdicción eclesiástica y también marcó el inicio del Año Jubilar.
Los ritos de la celebración comenzaron en el santuario de María y Todos los Santos (Basílica San Ponciano). Allí, el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, bendijo la cruz del Jubileo y luego se inició la procesión hacia catedral. Previamente, monseñor Carrara saludó en las escalinatas de la basílica al gobernador bonaerense, Áxel Kicillof.
Acompañaron la procesión sacerdotes del clero arquidiocesano y de otras jurisdicciones, organizaciones arquidiocesanas, entre ellas, los Hogares de Cristo y Cáritas, y una multitud de fieles que colmaron las calles y luego la catedral.
Una vez llegados al templo, inició la misa solemne en la que se dio lectura a las letras apostólicas y el nuncio entregó el báculo al nuevo pastor.
La Eucaristía fue concelebrada por los obispos auxiliares de La Plata, monseñor Alberto Bochatey OSA, monseñor Jorge González y monseñor Federico Wechsung; el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva; de Bahía Blanca, monseñor Carlos Azpiroz Costa OP, los obispos auxiliares porteños, monseñor Pedro Cannavó, monseñor Iván Dornelles, monseñor Alejandro Pardo y monseñor Alejandro Giorgi; el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, su auxiliar, monseñor Eduardo Redondo; el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y el obispo coadjutor de esa diócesis, monseñor Guillermo Caride; el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni; de Merlo-Moreno, monseñor Juan Chaparro CMF; de Morón, monseñor Jorge Vázquez; el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera; el obispo de San Martín, monseñor Andrés Fassi, y de San Justo, monseñor Eduardo García; el secretario de la nunciatura apostólica, monseñor Daniele Liessi, entre otros.
Participaron también los intendentes de La Plata, Julio Alak; el Jefe de Gabinete provincial y el Jefe de Gabinete de la Municipalidad de La Plata, Carlos Bonicatto; el intendente de Ensenada, Mario Secco; de Berisso, Fabián Cagliardi; de Magdalena, Lisandro Hourcade; entre otras autoridades provinciales, municipales, académicas y religiosas.
Monseñor Carrara agradeció la acogida y bienvenida por parte "del pueblo de Dios" y recordó en la homilía que "iniciamos esta celebración con una peregrinación, que llamamos 'de la Esperanza' y con ella damos comienzo al Jubileo en la arquidiócesis de La Plata".
Año Jubilar
"El Jubileo -continuó- se celebra cada 25 años y es una invitación hermosa para asombrarnos y agradecer por el misterio de la Encarnación. Hace 2025 años, Dios se hizo hombre por amor a cada uno de nosotros y donde hay amor hay lugar para la esperanza".
"Hoy muchos de ustedes -señaló Carrara- vienen a conocer al nuevo arzobispo, muchos vienen de lejos para acompañarme y expresarme su cercanía. Les agradezco de corazón a todos y a cada uno. Ahora bien, recen por mí para que no me la crea y pueda anunciar que Jesús es nuestra esperanza. Peregrinamos juntos; la vida es como una peregrinación y necesitamos redescubrirnos como peregrinos de la esperanza. Por eso miramos nuevamente a Jesús".
"El Jubileo que empezamos nos recuerda que Jesús es el único importante y que mi misión como obispo es semejante a la de Juan Bautista: ayudar a provocar el encuentro del pueblo con Jesús. La misión es mostrarlo a Él, señalarlo e invitar a seguirlo. La misión del Bautista y, en cierto modo, la mía como obispo se resume en una frase: "Es preciso que Él crezca y que yo disminuya" (Jn 3,30), manifestó.
Monseñor Carrara afirmó: "Somos un pueblo en camino y todo el pueblo de Dios está llamado a anunciar la alegría del Evangelio: como bautizados somos corresponsables de hacerlo y para que esto sea verdaderamente posible necesitamos crecer en sinodalidad, es decir, en el caminar juntos, sin excluir a nadie".
Transformar la realidad en signos de esperanza
"En este año jubilar -aseguró- como peregrinos de la esperanza, con los ojos abiertos, busquemos discernir los signos de los tiempos que contienen el anhelo del corazón humano, necesitado de la presencia salvífica de Dios y ayudemos a transformarlos en signos de esperanza, asumiendo cada uno la responsabilidad en primera persona".
En otro pasaje de su prédica, recordó que "estamos llamados a discernir, a la luz del Evangelio y de la experiencia humana, cuáles son los signos de nuestros tiempos que más necesitan ser transformados en signos de esperanza".
"Para ello, dijo el nuevo arzobispo platense, por mi parte tengo que escuchar mucho, para ir luego hacer mi aporte como pastor. Esto me entusiasma porque el camino sinodal empieza escuchándonos desde el corazón unos a otros, para ponernos juntos a la escucha del Espíritu Santo. El Espíritu que enciende la esperanza. Él nos impulsará a no quedarnos quietos, a no dejar que se estanque y se corrompa el agua de nuestro bautismo y a ser sembradores de esperanza, en el camino, al estilo de Jesús", aseveró.
"Agradezco mucho por todo lo que rezaron por mí en este tiempo y les pido por favor que no aflojen, para que el Espíritu me inspire los caminos para que podamos compartir con los pobres la alegría del Evangelio", finalizó.
Sobre el final de la celebración, el arzobispo impartió la bendición apostólica con indulgencia plenaria.
El Episcopado deseó a Mons. Carrara 'una gran fecundidad' en su ministerio
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) envió una carta a monseñor Gustavo Carrara, firmada por su presidente, monseñor Marcelo Colombo, en la que le expresan su cercanía y fecundidad en su ministerio.
"Nos unimos a vos -se lee en la nota- y a tu nueva comunidad de la arquidiócesis de La Plata, en el día en que celebramos el inicio de tu ministerio episcopal al servicio de esa querida Iglesia hermana".
"Que seas siempre testigo del Señor entre sus pobres, anunciando con alegría el Reino de Dios y su justicia, compartiendo tu vida con todos, haciendo presente a Jesús servidor, nuestro buen samaritano", manifiestan los obispos.
Y finalizan: "Deseando para vos y tu ministerio una gran fecundidad, te encomendamos a Nuestra Madre de Luján. Con afecto en el Dios hecho hombre para nuestra salvación, te saludamos en Cristo Jesús".+