Al inicio del año nuevo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz
- 31 de diciembre, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El 1° de enero de 2025 será la 58ª edición. Fue establecida por Pablo VI. En esta ocasión, el Papa Francisco eligió por título "Perdona nuestras ofensas: danos tu paz".
El 1° de enero de cada año, en la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz. Para este 2025, el mensaje del Papa Francisco lleva por título: Perdona nuestras ofensas: danos tu paz.
En su mensaje, el pontífice reflexiona sobre el tema central del Jubileo de la Esperanza y reitera su llamado apremiante a la condonación de las deudas, subrayando el significado profundo de la tradición jubilar, que nos recuerda que todos estamos "en deuda" con Dios, quien en su infinita misericordia y amor perdona nuestros pecados y nos llama a perdonar a quienes nos ofenden.
El Papa cita el trato inhumano infligido a los migrantes, la degradación del medio ambiente, "la confusión creada voluntariamente por la desinformación, la negativa a comprometerse en cualquier forma de diálogo y los inmensos recursos gastados en la industria de la guerra".
"Cada uno de nosotros debe sentirse de algún modo responsable de la devastación a la que ha sido sometida la Tierra, nuestra Casa Común, empezando por aquellas acciones que, aunque sólo indirectamente, alimentan los conflictos que hoy asolan a nuestra familia humana", escribe.
Como camino de esperanza durante el Año Jubilar, el Papa Francisco ofrece tres propuestas, teniendo presente que todos "somos deudores a quienes les han sido perdonadas las deudas":
- Petición de perdón de la deuda.
- Llamamiento a favor de la abolición de la pena de muerte.
- Menos dinero para armas, más para desarrollo.
El objetivo general de esas propuestas es lograr una paz verdadera y duradera en el mundo, que no es simplemente la ausencia de guerra, sino una transformación profunda de los corazones y de las sociedades.
La verdadera paz, afirma el Papa, la concede Dios a los corazones "desarmados" del egoísmo, de la hostilidad y de la ansiedad por el futuro, sustituyéndolos por la generosidad, el perdón y la esperanza en un mundo mejor: "Busquemos la verdadera paz que Dios concede a los corazones desarmados".
La Jornada Mundial de la Paz fue establecida por el papa Pablo VI en su mensaje de diciembre de 1967 y se celebró por primera vez en enero de 1968. En el trasfondo estaba la guerra de Vietnam y el llamamiento a un alto el fuego en el conflicto que se prolongaba desde 1955.
Paulo VI, quien fue el primero en promover tal celebración, en la liturgia hizo el cambio de ordenar la celebración de la Santa Madre de Dios, el día primero de cada enero.
Los papas que le siguieron, fueron empeñosos en la celebración de la jornada mundial de la paz, siempre con mensajes sobre problemas internacionales muy actuales.