El patriarca caldeo, Card. Luis Raphael Sako, manifestó que se vive una situación "preocupante", sobre todo para la población civil, que paga "el precio más alto".
En Ankawa, un suburbio de Erbil, en la región del Kurdistán iraquí, cristianos católicos, ortodoxos y asirios optaron por organizar juntos las celebraciones de la festividad del 14 de septiembre.
De las 13.200 familias cristianas que había registradas en 2014, y que tuvieron que huir a causa de los terroristas musulmanes, unas 9.000 regresaron a la región.
El Sínodo anual de la iglesia caldea ve con preocupación los numerosos conflictos que están desgarrando a las comunidades cristianas que viven en Medio Oriente.