El obispo de San Isidro exhortó a usarlas para "luchar por la dignidad de la persona, crear horizontes de esperanza, ser artesanos de la justicia", y advirtió sobre la "droga" de la corrupción.
"No hacerlo produce un gran cansancio del corazón", aseguró el obispo de San Isidro, y lamentó que en la Argentina se viva "una intolerancia tan grande" que cierra toda posibilidad de reconciliación.
Fue durante un acto en el CCK del que participaron autoridades y referentes de los cultos. Hubo un concierto, homenaje a un pastor y palabras alusivas del presidente, Christian Hooft.
El presidente del Episcopado animó a pedirle a Dios que esto que está pasando en el país "puede abrir el camino a una mayor creatividad y a una búsqueda sincera de un mejor encuentro entre nosotros".