Mons. Ojea explica el porqué del pedido de pan, paz y trabajo a San Cayetano
- 7 de agosto, 2022
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"La sensibilidad para con el hambre de nuestro pueblo es lo que garantiza una educación para la paz", afirmó el obispo de San Isidro en su reflexión dominical.
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, reflexionó sobre el Evangelio de este domingo expresando que “para la Biblia nuestra vida está hecha para un encuentro profundo y definitivo con el Señor”.
Tras preguntarse ¿cómo es la esperanza de este encuentro? ¿cómo se prepara este encuentro?, respondió: “Este encuentro lo preparamos con una esperanza activa”.
“El Señor nos propone servir al prójimo como modo de esperar este encuentro, nos invita en el Evangelio que nos toca este domingo a dar limosna y hacernos un tesoro en el cielo, ‘allí donde ni la polilla ni la herrumbre pueden corroer ese tesoro’ porque donde está ese tesoro está tu corazón”.
“Nos invita a poner el corazón en Él y de alguna manera estar livianos de equipaje abriéndonos a las necesidades del prójimo, estando disponibles a su servicio; de esta manera nos dice: cuando lleguemos allí, Él recogerá su túnica y se pondrá a servirnos. "Qué maravillosa imagen. El Señor que nos enseña a servir porque se ha hecho nuestro servidor y quiere servirnos Él a nosotros”.
El prelado sanisidrense afirmó que “esta disponibilidad para las necesidades de los hermanos es fundamental para la educación para la paz”.
“Recorriendo las multitudinarias colas que esperan la apertura del santuario de san Cayetano, y pensando también en la enorme cantidad de hermanos que concurrirán a lo largo y a lo ancho del país en las capillas y parroquias san Cayetano, pidiendo paz, pan y trabajo, se me ocurre decir a la luz de este Evangelio que la sensibilidad para con el hambre de nuestro pueblo es lo que garantiza una educación para la paz”.
“Como decían antiguos lemas de la Jornada Mundial para la Paz: ‘si quieres la paz trabaja por la justicia, si quieres la paz defiende la vida’; entonces este primer pedido a san Cayetano: la paz, el pan y el trabajo”.
El obispo explicó que “el pan que pedimos en cada padrenuestro representa todo lo que el hombre necesita para vivir” y reflexionó: ‘cuántas cosas hay detrás del pan de cada día, de ese pan que el Señor nos lo regala no solo para saciar nuestra hambre, sino el pan de la fraternidad para ser comido en familia; detrás del pan está el trabajo”.
“El trabajo digno con el que el pan debería llegar a la mesa, el trabajo que nos hace sentir partes y pertenecientes a un cuerpo social, el trabajo que nos hace aportar lo nuestro para el bien común”.
Por último, monseñor Ojea animó a pedirle al Señor, en esta fiesta de san Cayetano que coincide con este domingo, “paz, pan y trabajo para todo nuestro pueblo”.+