El obispo de Río Gallegos recordó que, "cada vez que comulgamos, estamos llamados a partirnos en el nombre de Jesús, confiando en que Él, a través de la oración, nos da la fuerza para ese seguimiento"
El arzobispo mendocino también pidió rezar por quienes son víctimas de la trata, siendo obligadas a vivir en la esclavitud o sometidas a diversas formas de dependencia y pérdida de su libertad.
El arzobispo de Córdoba destacó la gracia del olvido de sí y sugirió que "el hacernos cargo de los pobres, de los que sufren, es condición necesaria para la validez existencial de la Iglesia".
El obispo de San Francisco pidió "no dejarnos envenenar el espíritu por esas manifestaciones y caer también nosotros en semejantes extremismos", en referencia a la inauguración de los JJOO de París.