Mons. Martínez: 'Intentar ser pobres y pequeños es para todos los bautizados'
- 18 de julio, 2024
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas, en su mensaje para el domingo 15º, reflexionó sobre el llamado del Señor a los Apóstoles y a todos los cristianos, centrándose sobre todo en la pobreza evangélica.
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, en su carta para el 15º domingo del tiempo ordinario, reflexionó acerca del llamado del Señor a los Apóstoles -contenido en el Evangelio del día- y, por extensión, a todos los cristianos, centrándose sobre todo en el tema de la pobreza evangélica y sus alcances en la vida de todos los bautizados.
El prelado afirmó que, en ese llamado a los Doce -"a quienes les pide un seguimiento especialmente exigente"-, "podemos comprender algunas características del estilo de vida de los cristianos en general, sobre todo en nuestro tiempo, donde la idolatría del tener, del poder y del placer pretenden ser el proyecto que se propone al hombre de hoy".
Al respecto, agregó que, ante ese pasaje bíblico, "podemos preguntarnos cómo nos relacionamos con los bienes materiales, cómo ejercemos el poder o bien nuestras responsabilidades, y si somos capaces de disfrutar sin idolatrar el placer", y recordó también : "En todo caso, aunque suene a idealista, el intentar ser pobres y pequeños es una enseñanza para todos los bautizados y no sólo para los que se consagran a Dios. Soy consciente de que esta enseñanza evangélica está en el olvido de la mayoría de los cristianos".
Luego de citar algunos pasajes del Documento de Puebla -referidos precisamente a la pobreza evangélica como un estilo de vida sobrio y austero que debe caracterizar a todos los discípulos de Jesús-, el diocesano señaló: "Hay una gran cantidad de cristianos que captan este tema de hecho, porque son pobres y a la vez solidarios".
Y reconoció asimismo que "también hay gente que posee muchos bienes, o bien que tienen conducción o poder, y saben ser sencillos y entienden esto de ser pobres,siendo 'pequeños'. A estos les cabe la bienaventuranza de san Lucas [6,20], en la que el Señor los llama '¡Felices!'".
Luego, en contraposición, monseñor Martínez indicó: "También están los que viven apegados al tener, acumulan sin compartir, creen que lo que poseen es solo fruto de sus manos y no reconocen la generosidad de Dios. Otros se ligan a conseguir poder, en el fondo, para reemplazar a Dios. En la raíz está la soberbia, que es la madre de todos los pecados".
"Solo cuando tenemos a Dios como absoluto podemos relacionarnos bien y construir un mundo mejor, pero cuando queremos ser como dioses, nos transformamos en un problema, porque empeoramos todo", concluyó.+