En la catedral, los polacos recordaron la vida y obra de San Juan Pablo II

El padre Jorge Twarog OFM, capellán de los polacos, concelebró la misa por Karol Wojtyla en la que se recordó que "vivió como un santo" y proclamó el Evangelio "con sus palabras y su vida".

En vísperas de la fiesta litúrgica de San Juan Pablo II, celebrada cada 22 de octubre, el viernes en la catedral metropolitana de Buenos Aires se celebró una misa para recordar la figura del santo y expapa polaco, que fue presidida por el padre Olaf Kazimierz Bochnak OFM, rector de la Misión Católica Polaca en la Argentina, y concelebrada por el padre Jorge Jacek Twarog OFM, capellán de los polacos.

Participaron de la celebración la embajadora de Polonia en Argentina, Aleksandra Piatkowska, junto con miembros de la comunidad polaca y argentina.

Durante la homilía, el padre Twarog destacó que San Juan Pablo II “durante toda su vida proclamó sin cansancio a Cristo Jesús como su apóstol, proclamó el Evangelio con sus palabras y su vida” y subrayó que durante su pontificado “lo más importantes fueron la familia y los jóvenes”.

En ese sentido, el religioso dijo que el expapa polaco aseguraba que la familia “está llamada a ser templo, casa de oración. Una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura, una oración que se hace vida para que toda la vida se convierta en oración”.

“El matrimonio y la familia cristiana edifican a la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio. La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por primera vez los valores que les guían durante toda su vida”, recordó el padre Twarog sobre las palabras del expontífice.

Asimismo, señaló que San Juan Pablo II les decía a los jóvenes que “son la sal de la tierra, la luz del mundo” al tiempo que les pedía que “no temieran en responder generosamente al llamado del Señor”. “Sus palabras son palabras de vida eterna, palabras que dan sentido a la vida”, agregó el capellán de los polacos.

Por otra parte, se refirió a la visita al país sudamericano que el santo hizo como pontífice en 1982, en plena guerra por las Islas Malvinas. “El papa Juan Pablo II llegó por primera vez a la Argentina y en la basílica de Luján, ante la patrona de la Argentina, oró por la paz y luego le ofreció a la histórica imagen la roza de oro que le había traído desde Roma”, comentó el padre Twarog, quien recordó que el entonces Papa pronunció una homilía en la que pidió a imagen de Cristo por los muertos en la guerra contra Gran Bretaña y la rápida término del conflicto.

“El papa Juan Pablo vivió como un santo. Nos enseñaba y confirmaba que cada uno de nosotros puede y deber ser santo porque es la vocación de cada ser humano”, expresó.

Finalmente, subrayó: “Hoy una vez más agradecemos a Dios en la víspera de la liturgia de su fiesta. Por su intercesión presentamos a Dios todopoderoso todas las intenciones del papa Francisco, de la Iglesia universal de nuestro país y pedimos por las gracias necesarias para que podamos caminar por el camino del amor y del servicio como él”.+