Jueves 14 de noviembre de 2024

San Juan Pablo II, ciudadano de honor de Costa Rica

  • 15 de febrero, 2022
  • San José (Costa Rica) (AICA)
Este honor concedido por la Asamblea Legislativa de Costa Rica reaviva la egregia figura de San Juan Pablo II, que visitó Costa Rica en 1983 dejando "una imborrable huella".
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En un acto protocolar en la Asamblea Legislativa, se descubrió el retrato de San Juan Pablo II en celebración de la Ciudadanía de Honor que le fue otorgada en el Plenario Legislativo.

El 11 de agosto de 2021 se aprobó en el Plenario Legislativo el proyecto de ley, “Declaratoria de Ciudadanía de Honor para el papa Juan Pablo II, Carol Wojtyla. La iniciativa fue promovida por el diputado y jefe de Fracción del Partido Republicano Social Cristiano, Otto Roberto Vargas Víquez.

El papa Juan Pablo II visitó Costa Rica el 2 de marzo de 1983 y se refirió a nuestro país como “tierra de fecunda historia y amante de la Paz”. La venida impactó positivamente a todo el pueblo costarricense. También fue reconocido el segundo milagro de su santidad a una costarricense, doña Floribeth Mora, que se recuperó de un grave aneurisma.

De parte de la Iglesia Católica asistieron al acto protocolar -que se llevó a cabo el pasado 10 de febrero- monseñor Laurentiu Dancuta, primer secretario de la nunciatura apostólica; monseñor José Manuel Garita, presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR); y monseñor José Francisco Ulloa, obispo emérito de Cartago.

En su discurso, el presidente de la CECR recordó que el papa San Juan Pablo II, fue “el único en toda la historia de la Iglesia, que visitó nuestro país, dejando una profunda huella espiritual, llena de gestos que quedarán grabados para siempre en nuestra población. Su visita fue una fehaciente muestra de que Costa Rica sobresale en el concierto mundial como nación respetuosa de la paz, la democracia y los más altos valores que respetan la dignidad de la persona humana”. 

La Ciudadanía de Honor reconoce los servicios notables de la persona que la recibe, prosiguió monseñor Garita, “sin duda, la obra de San Juan Pablo II es reconocida por católicos, creyentes en general y personas de buena voluntad. Este honor concedido por la Asamblea Legislativa de Costa Rica reaviva la egregia figura de San Juan Pablo II, nos anima en este preciso momento de la historia y nos obliga también a continuar siendo un país amante de la paz, de los valores, que trabaja de manera solidaria, por el bien común y la justicia social”.

Dirigiéndose a los jóvenes costarricenses, monseñor Garita recordó que hace casi 40 años, el papa San Juan Pablo II les dirigió una propuesta de vida. “Muchos jóvenes de entonces crecíamos con las sentidas palabras del Papa que nos invitaban a elevar nuestro espíritu, a ser personas de bien, a construir caminos en los que todos pudiéramos encontrar mejores oportunidades. Por tanto, la Ciudadanía de Honor que hoy se concede al papa San Juan Pablo II, debe ser también una invitación para que trabajemos con todas nuestras fuerzas por abrir nuevos horizontes para nuestra niñez y juventud como futuro de la patria. Trabajemos por la educación, esforcémonos por brindar oportunidades a los niños y a los jóvenes, esta es nuestra responsabilidad y será el mejor legado que les podamos dejar”.

El obispo concluyó su discurso recordando el compromiso del papa polaco con la vida y su defensa “que esta Ciudadanía de Honor que se concede, nos ayude a valorar la vida como el mayor bien que tenemos en nuestras manos, que podamos defenderla, promoverla, respetarla y amarla, como nos invitó a hacerlo siempre San Juan Pablo II”.+