Quito: Celebran el funeral por 25 bebés que fueron abortados y abandonados
- 26 de mayo, 2021
- Quito (Ecuador) (AICA)
Monseñor Danilo Echeverría, puso de relieve que la vida de los inocentes no puede ser negociada
La arquidiócesis de Quito, en Ecuador, junto con el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, celebraron un funeral por los 25 bebés que fueron abortados o murieron tras ser abandonados.
La ceremonia tuvo lugar el pasado 21 de mayo y comenzó con la Eucaristía presidida por el obispo auxiliar de Quito, monseñor Danilo Echeverría, quien señaló en su homilía que dejan en las manos misericordiosas de Dios a estos pequeños que han “muerto de una manera violenta”.
El prelado indicó que una de las realidades dolorosas del mundo actual es que “solamente se valora aquellas cosas que son caras, que tienen un precio económico grande”, y lo que es gratuito “queda en segundo plano”.
Monseñor Echeverría indicó que esta tendencia es grave cuando hablamos de Dios, que regala la vida, que es el “don más valioso que tenemos” y que cada vez es menos valorada.
Además, subrayó que ahora se habla “del derecho a matar a alguien”, no solo a los bebés en el vientre de su madre, sino a todas las personas que “supuestamente son un estorbo para la sociedad”. Por ello, resaltó que la vida de los inocentes no puede ser negociada.
“La vida, sobre todo la vida de un ser inocente, de un ser indefenso, ha pasado a ser algo negociable, ya no se lo considera algo sagrado”, lamentó. El Prelado pidió al Señor que, en este choque con la realidad actual, “vayamos recuperando ese sentido inviolable de la vida humana, más aún si es la vida humana inocente, indefensa”.
“Esa vida humana que no tiene voz para reclamar, que no tiene presencia para hacerse notar, y que requiere de personas con gran corazón, con un sentido profundo de dignidad, que hagan valer sus derechos, que hagan valer el don extraordinario que han recibido de haber sido llamados a la existencia”, resaltó.
El prelado lamentó que los seres humanos seamos capaces de provocar la muerte “de una manera violenta, de una manera agresiva, de una manera que impide que la persona que recibe ese don extraordinario pueda desarrollar los dones que Dios mismo le dio”.
Monseñor Echeverría pidió a Dios que mueva el corazón de los ciudadanos para entender que “la vida humana es sagrada, que jamás se puede violentar a ninguna persona”, más si es un ser inocente.
Asimismo, pidió a la Virgen María y a San José que ayuden a cuidar de la vida inocente como ellos “supieron cuidar la vida de su hijo cuando vieron que estaba siendo perseguido por Herodes”, y muevan a los fieles a enfrentarse a las dificultades, como ellos lo hicieron, “con tal de defender la vida, con tal que la vida sea reconocida como lo que es, un bien inviolable, un bien sagrado, un bien intangible”.
Proyecto “Bebés al Cielo”
En declaraciones a Aci Prensa la coordinadora técnica del Proyecto “Bebés al Cielo”, Amparo Medina, indicó que esta iniciativa nació hace 3 años cuando en un parque de Quito se encontraron bebés recién nacidos ahogados.
“A la par de esa noticia salió la noticia de un perro que fue abandonado en el mismo parque. La noticia de los bebés abandonados y prácticamente asesinados por ahogo, o por abandono en el parque, duró exactamente 30 segundos, pero lo del perro fue una noticia de 8 días”, lamentó.
Medina señaló que esta noticia golpeó a la Pastoral Familiar, a la Pastoral de la Vida y a los provida en general, al mostrar “hasta qué punto está llegando la deshumanización de los bebés por nacer, que prácticamente son una noticia más en un noticiero”, siendo más importante el abandono de un perro.
La coordinadora técnica indicó que al acercarse a criminalística para pedir los restos de los bebés le indicaron que había “más de 90 restos” que estaban congelados, y les pidieron ayuda para dar sepultura a estos bebés.
En coordinación con el entonces arzobispo de Quito, monseñor Fausto Trávez, y el responsable y coordinador de los proyectos de la Pastoral Familiar, monseñor Echeverría, realizaron un convenio interinstitucional entre criminalística, fiscalía, la arquidiócesis de Quito y el Camposanto Santa Rosa.
Además, indicó que si bien no se sabe si todos los pequeños que son sepultados por el proyecto son víctimas del aborto, sí se conoce que todos los bebés recién nacidos encontrados son “bebés abandonados vivos y que fallecieron en el abandono”.
Medina indicó que, como proyecto, buscan resaltar la importancia de dar cristiana sepultura a estos bebés” y quieren mostrar que estos pequeños "no son cosas, no son objetos”, son niños que merecen “el amor y respeto como cualquier otra persona”.
La gente tiene que tomar conciencia de que “cuando un bebé pierde la vida en el vientre de una madre sigue siendo un hijo, sigue siendo un bebé, sigue siendo persona y se merece el mismo trato digno que cualquier otro ser humano”, agregó.+