Navidad: tiempo propicio para la reconciliación y para lograr la paz de Irak
- 23 de diciembre, 2020
- Bagdad (Irak) (AICA)
Carta de Navidad del patriarca caldeo, cardenal Louis Raphael Sako a los fieles iraquíes.
La Navidad es un momento propicio “para la reconciliación y para lograr la paz”, escribe el patriarca caldeo cardenal Louis Raphael Sako en su carta de Navidad a los fieles, en la que destaca la próxima visita del papa Francisco al país en marzo del 2021. Una oportunidad para “ser hermanos”, escribe el patriarca.
Recordando la carta apostólica del Santo Padre Fratelli tutti, el cardenal Sako señala que el Papa nos invita a “ser hermanos, antes que luchar entre nosotros”.
“Cristianos y musulmanes deben dejar de lado las diferencias” para “amarse y estar al servicio de los demás, como miembros de una familia. Unimos fuerzas como un solo equipo, para cambiar la situación, superar estas crisis y dar prioridad a nuestra patria mediante el respeto mutuo y la consolidación de los valores de convivencia”.
Para los cristianos iraquíes, las fiestas navideñas representan una doble celebración: porque, por primera vez, será una celebración de toda la nación, sin hacer distinciones entre cristianos y musulmanes. Una alegría y satisfacción que son el preludio de la visita del papa Francisco, que a principios de marzo realizará un viaje apostólico -el primero al exterior desde el inicio de la nueva pandemia de coronavirus- en el país árabe, tocando los lugares simbólicos: de Bagdad a Mosul. , pasando por Ur dei Caldei y la llanura de Nínive, cuna de la presencia cristiana en el país.
“En las dos últimas décadas -escribe el patriarca caldeo- hemos celebrado la Navidad en condiciones de inseguridad, que se han agravado notablemente en 2020 debido a la nueva pandemia de coronavirus, un hecho nunca antes visto”.
Debido a la emergencia sanitaria, continúa, “nos hemos visto obligados a suspender las oraciones y las actividades pastorales en las iglesias a partir de marzo” con el objetivo de garantizar “la seguridad de nuestro pueblo”.
En un contexto crítico, prosigue el cardenal Sako, los fieles “deberían centrarse en el significado de la Navidad, más que en las 'apariencias' propias de las celebraciones” que tendrán que sufrir inevitables “restricciones”.
No obstante, la Navidad “sigue siendo fuente de esperanza y fuerza para restaurar la serenidad espiritual a través de celebraciones más íntimas en la familia y con la Iglesia” gracias a las cuales será posible “superar el miedo” y “profundizar las relaciones fraternales”.
Remontando la vida de Jesús, el cardenal nos exhorta a recuperar “las relaciones bajo la bandera del amor, la solidaridad y el servicio a las personas. Estos son los puntos sobre los que meditar y de los que inspirarse para la vida diaria “. Entre las prioridades está la de “establecer la solidaridad fraterna” para ayudar en particular a “los desempleados, los estudiantes que luchan contra las consecuencias de la pandemia para continuar sus estudios”.
En este sentido, se enmarcan los más de 150 mil dólares destinados por el patriarcado a favor de los necesitados, sin distinción “entre cristianos y musulmanes”.
La fe, la oración y la caridad son los medios para prepararnos para la fiesta de Navidad y el año nuevo, con la esperanza de que “Dios llene nuestro corazón de gracias y bendiciones”.
“Le pedimos a Dios -concluye el cardenal- que otorgue a nuestro país y al mundo paz y curación de la nueva pandemia de coronavirus. También los invito a aprovechar la visita del papa Francisco a Irak, buscando formas creativas de cara a un acontecimientotan importante para el país y Medio Oriente”.+.