Viernes 15 de noviembre de 2024

Mosul volvió a celebrar la Pascua

  • 23 de abril, 2019
  • Mosul (Irak)
"Aquí celebramos la Pascua como testimonio de cómo la luz vence a las tinieblas de nuestra realidad cotidiana. Es hora de tener valor y esperanza en que el pueblo de Mosul y todos los fieles de la llanura de Nínive vuelvan a emprender una nueva vida", expresó el nuevo arzobispo de Mosul, Irak, monseñor Michaeel Najeeb Moussa, al celebrar la Pascua del Señor, por primera vez después de 4 años, en la iglesia de San Pablo, en Mosul, junto con unas quince familias cristianas, las únicas que habían regresado a la ciudad después de la persecución del Estado islámico.
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"Aquí celebramos la Pascua como testimonio de cómo la luz vence a las tinieblas de nuestra realidad cotidiana. Es hora de tener valor y esperanza en que el pueblo de Mosul y todos los fieles de la llanura de Nínive vuelvan a emprender una nueva vida", expresó el nuevo arzobispo de Mosul, Irak, monseñor Michaeel Najeeb Moussa, al celebrar la Pascua del Señor, por primera vez después de 4 años, en la iglesia de San Pablo, en Mosul, junto con unas quince familias cristianas, las únicas que habían regresado a la ciudad después de la persecución del Estado islámico.

"No tengan miedo, tengan el valor de ser cristianos. Nuestra misión es dar testimonio de Cristo. Este es el mensaje que queremos transmitir a nuestros hermanos de otras religiones y a todo el pueblo iraquí", expresó el prelado en la homilía.

Monseñor Michaeel Najeeb Moussa OP, ha querido presidir su primera Vigilia Pascual en la ciudad liberada, desde el altar de la iglesia de San Pablo, donde reposan los restos de su predecesor, el obispo mártir monseñor Paulos Faraj.

Ahora parecen lejanos los días de la ocupación de Mosul por el Daesh en junio de 2014. Desde allí continuó la conquista de los pueblos cristianos de la Llanura de Nínive, la expulsión y la persecución violenta de sus habitantes. Entre las decenas de miles de cristianos que huyeron se encontraba también monseñor Najeeb Moussa, nacido en Mosul.

A él se debe el cuidado de unos 1300 manuscritos antiguos y de la fundación del Centro Digital de Manuscritos Orientales, establecido para preservar la cultura cristiana de Irak.

Ahora este sacerdote dominico es el joven arzobispo de esta histórica ciudad que lentamente empieza a recuperar su vida.





La situación sigue siendo difícil, y la mayor parte de los fieles aún no ha vuelto a sus hogares, especialmente en esta ciudad donde sigue reinando el temor ante posibles yihadistas emboscados. Además se produjeron heridas profundas debido a la actitud de algunos musulmanes con las propiedades de sus vecinos cristianos.

"Muchas familias cristianas tienen el deseo de volver a Mosul, pero de momento sólo han regresado unas quince. Mi Pascua está con ellos". No importa el número. "Es un signo del renacimiento, retomemos el viaje con este pequeño rebaño", subrayó monseñor Najeeb Moussa -.

Y a pesar de la adversidad que aún existe el flamante arzobispo consideró que es momento de emprender el camino con el pequeño rebaño que ya se ha reunido en Mosul, cuya fe se ha reforzado en la adversidad.

Por otra parte manifestó que no habrá futuro para Irak sin justicia y se dirigió también al gobierno para que garantice sus derechos a todos los ciudadanos, sin diferencias de religión o etnia. Los cristianos somos ciudadanos con todos los títulos, como cualquier otro iraquí, señaló el arzobispo.

"Construir puentes de fraternidad, demoler muros y sembrar esperanza", por ahí pasa la nueva vida de Mosul y el renacimiento de Irak, expresó.

"La resurrección de Jesús nos urge a no tener miedo, a mostrar el valor de ser testigos de Cristo. Esta es la misión que nos espera y el mensaje que debemos transmitir a todos nuestros hermanos iraquíes. A ellos les decimos que los cristianos son hombres y mujeres de alegría, esperanza y caridad. La alegría que el Señor nos ha dado, muriendo y resucitando por nosotros, no debemos dispersarla". +