Mons. Scheinig a los catequistas: "Que el mundo recuerde, aprenda y descubra quién es Dios"
- 8 de junio, 2020
- Luján (Buenos Aires) (AICA)
Con el fin de ponerse "bajo el manto de la Virgen" en el tiempo de pandemia, los catequistas argentinos se unieron virtualmente para celebrar la Eucaristía en la basílica de Nuestra Señora de Luján
La Junta Nacional de Catequesis y el Instituto Superior de Catequesis Argentino (ISCA) se unieron virtualmente junto a los catequistas del país, en la celebración de una misa en la basílica de Nuestra Señora de Luján en la tarde del sábado 6 de junio, con el fin de ponerse “bajo el manto de la Virgen” en el tiempo de pandemia y en sintonía con el Año Mariano Nacional.
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, y concelebrada por el secretario de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, presbítero Carlos Paraviccini, y otros sacerdotes.
Hubo participaciones virtuales desde todas las regiones del país en la oración de los fieles, las lecturas y los cantos. Además un niño de Catamarca rezó la oración del Congreso Mariano Nacional.
Durante su homilía, monseñor Scheinig comenzó hablando sobre el misterio de la Santísima Trinidad: “Hoy la Iglesia quiere que pongamos el foco en el Dios que nos dio Jesucristo, no en un Dios internalizado, racionalizado. Sino en el Dios que nos reveló Jesús. Nosotros creemos por Jesús, por su palabra que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. No son tres dioses, es un solo Dios. Pero, sin embargo, son tres personas diversas, distintas, que no se confunden, no se funden, no se mezclan. Permanecen diversas pero con una plenitud de vinculación y relación que los hace ser un solo Dios”.
“Jesús nos reveló que Dios es así, es la intimidad de Dios. El Espíritu Santo, que se nos regala permanentemente, el mismo Señor nos dice que será el que nos vaya recordando y el que nos va a ir enseñando el misterio de Dios. Porque ese Dios que es uno y trino, es tan grande y tan inabarcable que siempre podemos acercarnos más”, aseguró.
El arzobispo de Mercedes-Luján dijo más adelante que “Dios es amor”, pero no se refirió al amor “que estamos acostumbrados a vivir”, sino que “el amor de Dios es la entrega de Jesucristo para salvar, no para condenar”. Porque “la salvación que ansiamos viene de Jesús, un amor pleno, que se da; y experimentando ese amor podamos sanar todo en nosotros y sanos podemos amar de otra manera”.
En este sentido, afirmó que, experimentando la fraternidad y el amor de Jesucristo, podremos cumplir con la misión de la Iglesia: “Hacer que el mundo recuerde, aprenda y descubra quién es Dios, para que, encontrándonos con Él, podamos ser personas distintas y salvadas, que ayuden a salvar a otros”.
Mencionando la presencia de los catequistas del país desde sus hogares, el prelado resaltó la intención de “querer estar juntos y vivir desde el santuario de Luján la comunión con el Señor”. Monseñor Scheinig definió a la iniciativa como “providencial” en la fiesta de la Santísima Trinidad: “¿Qué es la catequesis? Que resuene en el corazón de las personas el Dios de Jesucristo, el Dios del amor. Los catequistas de la Iglesia tenemos el desafío de que resuene con un eco constante que nuestro Dios no condena, sino que salva, porque es amor”.
Por eso, agradeció el trabajo de los catequistas que “en lo secreto de todos los días, se ponen al servicio de los niños, de los adolescentes, de los jóvenes, de los adultos, para que cada uno de ellos descubra a Dios. Y esa semilla en cada corazón es una semilla fundamental para la existencia”. Y les dio gracias por la creatividad y los esfuerzos que se están haciendo en el tiempo de pandemia para llegar a todos.
“Esta situación nos sacudió y nos hizo preguntarnos: ‘¿Cómo hacemos para transmitir que nuestro Dios es la clave para el mundo?’ Nuestro trabajo es esencial y qué lindo descubrir cómo el espíritu nos renueva. Gracias por el trabajo y el servicio”, reiteró. Al finalizar, los animó a que “no bajen los brazos, porque hay mucho por seguir haciendo. Que resuene el kerigma, que el Señor está vivo y que Dios es amor. Desde el santuario de Luján les damos gracias a ustedes por su entusiasmo”, concluyó.
Al final de la misa, monseñor Scheinig recordó que en la web del santuario de Luján, https://www.santuariodelujan.com.ar/, se puede rezar junto a la Virgen en vivo las 24 horas. “La imagen siempre está custodiada e iluminada y que cuando sentimos la necesidad de estar con ella, podés tenerla cerca a través de esta aplicación”, mencionó.+