Zárate-Campana: la comunidad diocesana peregrinará a Luján

La 47ª edición lleva por lema "Como María, peregrinos de esperanza" y comenzará el sábado 2 de noviembre. La misa se celebrará el domingo 3 a las 6, en la basílica, y será presidida por Mons. Laxague.

La comunidad diocesana de Zárate-Campana iniciará, el próximo sábado 2 de noviembre, la 47ª Peregrinación Diocesana a pie a Luján, con el lema: "Como María, peregrinos de esperanza".

"Es una bellísima expresión, que evoca la idea de caminar, con fe y confianza, hacia un futuro lleno de esperanza, al igual que María, la madre de Jesús, quien con alegría nos enseña a compartir la fe y la esperanza para el mundo entero", se destaca en la convocatoria.

"Es en conexión con el mensaje del Papa Francisco para el Jubileo 2025, cuyo lema es 'Peregrinos de esperanza'", se subraya.

Los organizadores anticipan que, en 2026, se celebrarán, de "manera significativa", los 50 años de la creación de la diócesis de Zárate-Campana y puntualizan que, en 2027, se hará la peregrinación diocesana número 50 a Luján.

"Vamos a iniciarla con oración, alegría y poniendo manos a la obra. ¡Celebrando la misericordia y el amor de Dios!", invitan.

Itinerario peregrino y salidas
Las columnas de peregrinos de los distintos sectores de la diócesis comenzarán a caminar este sábado hacia Luján en distintos horarios, para concentrarse el domingo 3 de noviembre en la basílica mariana donde, a las 6, el obispo de Zárate-Campana, monseñor Pedro Laxague, presidirá la misa.

Los lugares y horarios de partida serán:

• Zárate: parroquia Nuestra Señora del Carmen, a las 16.
• Campana: catedral Santa Florentina, a las 18.
• Pilar: parroquia Nuestra Señora del Pilar, a las 23.

A las 22, en el interior del templo de la parroquia Nuestra Señora del Pilar y antes de partir hacia Luján, la comunidad participará de la misa de envío celebrada por el párroco local, Jorge Ritacco.

En la convocatoria a la peregrinación, se recuerdan partes de la homilía que monseñor Laxague pronunció el año pasado:

- "Vamos a pedirle a María tratar de vencer los miedos y alentarnos mutuamente: poder vencer las dificultades que tenemos, poder seguir juntos, con alegría y brillando como hijos de Dios, no mandándonos la parte, siendo humildes, cercanos, con un corazón lleno de bondad y misericordia para con el sufre, sin juzgar o condenar al otro, por más desgraciado que sea".

- "El Señor no nos enseñó a condenar: nos enseñó a perdonar y a caminar juntos, como su familia que somos en la Iglesia, y a alcanzar la felicidad".+