Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Mestre: 'La vida está llamada a ser fecunda desarrollando los propios talentos'

  • 22 de noviembre, 2023
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata pidió que "con la gracia de Dios y la audacia del Espíritu, superemos el miedo que paraliza e invirtamos los talentos que él nos ha regalado".
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Al comentar el Evangelio del domingo, monseñor Gabriel Mestre, arzobispo de La Plata, acudió a sus habituales tres puntitos.

"Valorar los talentos", "Responder fielmente en lo poco" y "Siempre invertir con audacia", fueron las tres frases para su reflexión.

Valorar los talentos
En el primer punto, recordó que “todos tenemos talentos, cada uno según nuestra capacidad como dice esta Palabra. Es importante poder descubrir los propios y los de aquellos hermanos que comparten la vida con nosotros: capacidad de serenar ánimos, escucha, organización, sensibilidad con los pobres y enfermos, aptitudes más fuertes en la comunicación social, talento en dar consejos, capacidad de hacer aportes positivos en momentos de crisis; Y muchos más”. 

“El desafío es tomar contacto con nuestros talentos y los de los demás para darle gracias a Dios y valorarlos. Descubrirnos talentosos en una comunidad de talentosos”, agregó.

Y animó a preguntarse “¿cuáles son los principales talentos que Dios me ha dado? ¿Cuáles son los más destacados hoy? Sinceramente: ¿En qué cosas “soy bueno”? Mirando la vida de los hermanos con los que comparto la vida: ¿Cuáles son sus principales talentos? ¿Los sé mirar? ¿Los valoro? ¿Ayudo a los demás para que descubran los talentos que Dios les ha dado?”.

Responder fielmente en lo poco
El arzobispo platense subrayó que es importante “ser fieles en lo pequeño, en lo simple, en lo cotidiano, en lo poco de las cosas de cada día”. “Ese ejercicio habitual, simple y profundo a la vez, nos ayudará a ser fieles en las grandes cosas de la vida que nos encomiende el Señor. Tenemos que superar la tentación mundana de darle valor solo a lo que es humanamente grande”, subrayó.

Además, recordó que “figuras como Santa Teresita del Niño Jesús y tantos otros santos, son verdaderos modelos para imitar en esta línea, nos enseñan a ser fieles en lo poco de cada día. En dinámica teologal, en realidad, lo que es poco para el mundo es grande a los ojos de Dios”.

En esa sintonía, instó a reflexionar: “¿Soy fiel en lo poco? ¿Qué sería “lo poco” que hoy tengo que hacer, pensar o asumir? ¿Soy atento, cuidadoso, delicado, respetuoso en los detalles de mi vida cotidiana? ¿Doy valor a lo pequeño, a lo simple o me conecto solo con lo grandilocuente, lo deslumbrante, lo rimbombante, lo extravagante? ¿Ayudo a mis hermanos a darle valor a lo poco para aprender a ser fieles en lo grande?”.

Siempre invertir con audacia
“El aspecto más dramático del relato de hoy es tener miedo y enterrar el talento. Representa la actitud del que no se anima a invertir, no apuesta, no arriesga, no se deja atrapar por la novedad de Dios y la audacia del Evangelio. Es la reacción del que se encierra en sí mismo por sus problemas y el miedo lo paraliza haciendo enterrar el talento que Dios le ha dado”, manifestó el arzobispo platense.

Además, continuó, “sea por comodidad, por retraimiento, por no querer estar en salida se termina ahogando la vida que Dios quiere generar con los talentos que nos regala. Se pierde la posibilidad de una gran inversión. La vida está llamada a ser fecunda en el desarrollo de los propios talentos”. 

Y agregó: “A veces la pretendida prolijidad de una vida correcta no permite asumir el riesgo de apostar por un Evangelio que desinstala, desestructura y llama a ser audaces invirtiendo de forma generosa los talentos y capacidades que el Señor nos ha donado”. 

“Con la gracia de Dios y la audacia del Espíritu, superemos el miedo que paraliza e invirtamos los talentos que Dios nos ha regalado”, finalizó.+