Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Mestre: "¡Jesús no trae la falsa paz!"

  • 20 de agosto, 2019
  • Mar del Plata (Buenos Aires)
Al reflexionar sobre el Evangelio dominical del 18 de agosto el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, acudió a sus habituales tres puntitos con tres frases: "¡Jesús no trae la falsa paz!", "¡Jesús: trae fuego que arde!" y "La división y el enfrentamiento: efecto colateral"
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Al reflexionar sobre el Evangelio dominical del 18 de agosto el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, acudió a sus habituales tres puntitos con tres frases: "¡Jesús no trae la falsa paz!", "¡Jesús: trae fuego que arde!" y "La división y el enfrentamiento: efecto colateral"

¡Jesús no trae la falsa paz!
En el primer punto, el prelado invitó a observar cómo es la paz de Jesús, retomando diversas citas bíblicas en las que se pone de manifiesto la paz que nos trae el Salvador. En el Evangelio de hoy, "Jesús ironiza con el concepto o la idea de paz", aclaró monseñor Mestre. Porque Él "no trae cualquier paz", "su paz no es como la que da el mundo". Y mencionó que "la falsa paz es la de la mentira, la superficialidad, el acomodo, la injusticia ocultada".

¡Jesús: trae fuego que arde!
"La imagen del fuego que arde no prioriza la dinámica del Dios que ilumina como aparece en otros textos bíblicos", aclaró el obispo en el segundo punto. "Aquí, el fuego que arde, es la metáfora del Dios que ama apasionadamente, que se compromete con energía en la instauración de su Reino, el Dios intenso que con entrañas de misericordia cuida a su pueblo".



La división y el enfrentamiento: efecto colateral
Finalmente, "Jesús no invita a la división en sí misma y porque se le antoja. La división es una consecuencia", dijo monseñor Mestre. En este sentido señaló los efectos colaterales que tenemos los humanos. Sin embargo, "la división nunca es buscada en sí misma y, si se da, nunca la provoca el verdadero discípulo dado que este anuncia y denuncia siempre pacíficamente, con paz auténtica en sus palabras incluso al momento de marcar lo que está mal".

Por otra parte, el obispo resaltó que este relato "es un texto de cumplimiento". Es decir, "intenta dar una explicación en clave de cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento que está en el Libro de Miqueas (Miq 7,6)". +