Mons. Mestre: "El Reino se describe con imágenes de las parábolas"
- 16 de junio, 2021
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Mar del Plata eligió las palabras "crecimiento", "pequeño" y "comprender", para sintetizar su reflexión dominical.
Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, al reflexionar sobre las lecturas del 11° domingo durante el año, propuso sus tres puntos para reflexionar sintetizados en: “crecimiento”, “pequeño” y “comprender”.
“Este domingo el Evangelio nos regala dos parábolas y la conclusión del discurso en parábolas de Jesús en Marcos. La primera parábola, la de la semilla que crece por sí sola, se encuentra solamente en Marcos. La segunda, la del grano de mostaza, es transmitida por los tres evangelios sinópticos”.
“Estos dos pequeños relatos son habitualmente clasificados como parábolas de crecimiento. El tema común es la maduración de la semilla. Tengamos presente que los interlocutores iniciales de Jesús no tenían el conocimiento biológico básico que tenemos nosotros hoy para entender el proceso de crecimiento de la semilla. Los antiguos evidencian entonces con más fuerza lo grandioso de este proceso, destacan sus efectos y lo ven como una acción admirable del Dios creador que bendice su obra. Deberíamos recuperar un poco o bastante de esta mirada”, expresó monseñor Mestre.
El ritmo del "crecimiento"
“La parábola de la semilla que crece por sí sola nos enseña que hay un ritmo de ´crecimiento´ en la dinámica del Reino de Dios. ´Crecimiento´ que no se puede explicar con las categorías humanas. ´Crecimiento´ positivamente misterioso que evidencia con claridad la presencia de Dios siempre vivo y actuante en la historia. Dios tiene un calendario que los seres humanos no podemos manipular”, destacó.
“Dice san Pablo que ´es Dios el que hace crecer´. En ese calendario se da el ´crecimiento´ del Reino según los tiempos de Dios. Esta parábola nos invita a contemplar e interiorizar esto: Dios es el actor principal, todo es gracia en ritmo constante de ´crecimiento´ según sus tiempos. Ante un mundo exitista y eficientista que confía solo en lo visible y en nada más que las fuerzas humanas, la parábola de la semilla que crece por sí sola aporta mucha luz y sentido”, agregó.
El poder de lo "pequeño"
Monseñor Mestre consideró que “la parábola del grano de mostaza podría llamarse también ´la del poder de lo pequeño´. Y esto tiene que ver con Dios y con su Reino. Lo aparentemente ´pequeño´, en Dios esconde un potencial inconmensurable que queda evidenciado en el contrapunto que se da entre la semillita de mostaza, sumamente pequeña, y el árbol que se genera, de hasta unos 3 metros de altura en la Palestina de Jesús”, indicó.
El prelado marplatense señaló que “esta mirada del Reino es la que debe marcar todos los acontecimientos de nuestra vida. Darle valor a lo ´pequeño´ de cada día. Los ´pequeños´ gestos de bien, los ´pequeños´ pasos de crecimiento, las ´pequeñas´ actitudes auténticas y verdaderas, a la larga, revelan grandes cambios que pueden modificar de manera positiva la vida de una persona y su entorno”.
“Esta es la dinámica del Reino: Valorar el poder de lo ´pequeño´ que nos lleva a lo verdaderamente grande”, subrayó.
"Comprender" las parábolas
Monseñor Mestre aseguró que “las parábolas de Jesús expresan el genio pedagógico del Señor que cuenta, narra, describe, acerca, provoca sin definir de forma cerrada nada. La parábola aclara y oscurece a la vez, revela y también oculta. Por eso está el gran desafío de ´comprender´ qué aparece al final del texto de hoy”.
“Ante la tentación de confundir el Reino de Dios con los reinos de este mundo, Jesús se expresa en parábolas para que puedan ´comprender´ algunas pinceladas de la novedad del Reino que Él mismo es e inaugura”, sostuvo.
“El Reino no se define, sino que se describe con imágenes diversas en las distintas parábolas. Hoy somos nosotros los discípulos del Reino que debemos escuchar al Señor para ´comprender´ su mensaje en este juego de claro-oscuro de las parábolas. Solo en comunión con el Maestro vamos a ser verdaderos discípulos y vamos a ´comprender´ las parábolas del Reino para discernir sus valores esenciales y poder vivirlos en la realidad histórica de cada día”, concluyó.+