Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Mestre: 'El amor es el ingrediente absolutamente necesario para una vida feliz'

  • 1 de noviembre, 2023
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata aseguró que "toda virtud, toda capacidad, todo talento, todo carisma, todo don que tengamos debe estar siempre tocado por el amor".
Doná a AICA.org

El arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, compartió los tres puntitos del domingo a la luz de las lecturas bíblicas compartidas, sintetizados en tres palabras: moneda, intensidad, esencial.


Dos caras de una misma moneda
En este primer punto, el prelado recordó que. “ante la tentación de separar el amor a Dios del amor al prójimo, Jesús es muy claro: dos mandamientos que son uno”. 


“Así como toda moneda real necesariamente tiene dos partes, cara y seca, de la misma manera el amor en serio, el amor cristiano es uno, pero tiene dos dimensiones que son inseparables: el amor a Dios y el amor al prójimo. Estas son la cara y seca de la moneda del amor como Jesús nos lo enseña”.


Luego, invitó a preguntarse: “¿Asumo que el amor verdadero tiene dos dimensiones inseparables: a Dios y al prójimo? ¿Asumo la ‘cara y seca’ de la ‘moneda’ del amor? ¿Busco que mi amor a Dios se refleje, se haga concreto en el amor al prójimo cada día?”. 


Con toda la intensidad de la vida 
“La expresión con ‘todo tu corazón, toda tu alma y todo tu espíritu refleja claramente la intensidad y totalidad que el amor cristiano posee. Ese es el amor verdadero. Ese es el amor de Jesús”, señaló el arzobispo platense. 


“Una intensidad que no tiene que ver con la expresión exterior de carga sentimental o con superficiales efectos románticos. Un amor donde la intensidad se transforma en dar la vida: ‘Ámense los unos a los otros como yo los he amado’. ¿Cómo nos amó Jesús? Dando intensamente su vida para salvarnos. Esa es la verdadera intensidad del amor: dar la vida”.


“¿Es intenso mi amor? ¿Con qué tipo de intensidad? ¿Doy la vida por amor? ¿Qué implica para mí hoy dar la vida? ¿Doy intensamente mi vida en las exigencias del amor en las realidades de todos los días?”, preguntó.


El amor es lo esencial de la vida
En el último punto, el prelado aseguró que el amor “es el ingrediente absolutamente necesario para una vida feliz y por eso Jesús lo pone como elemento esencial. No se puede vivir sin amor... Dios nos creó para vivir y estar constantemente en su amor y en el amor”. 


Por eso, continuó, “se hace necesaria siempre una dosis de amor en todo lo que hacemos y vivimos. Todo con amor como lo esencial de la vida. Lo malo de nuestra existencia debe ser tocado por el amor para ser modificado en algo bueno. Pero también lo bueno de nuestra vida necesita siempre del amor para que no se desproporcione ni se absolutice nada que no tenga que ser absoluto”. 


“Toda virtud, toda capacidad, todo talento, todo carisma, todo don que tengamos debe estar siempre tocado por el amor”, agregó. 


Y finalizó: “Por eso comparto esta secuencia, aparentemente anónima pero inspirada en varios pensadores, que puede ayudarnos a percibir cómo el amor es realmente esencial a la vida”:


Todo con amor…


La inteligencia sin amor, te hace perverso. 
La sencillez sin amor, te hace mediocre. 
La justicia sin amor, te hace implacable. 
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita. 
La riqueza sin amor, te hace avaro. 
La pobreza sin amor, te hace miserable.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La prudencia sin amor, te hace cobarde.
La audacia sin amor, te hace insensato.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
El fracaso sin amor, te hace amargado.
La esperanza sin amor, te hace alienado.
El realismo sin amor, te hace pesimista.
La castidad sin amor, te hace orgulloso. 
La verdad sin amor, te hace hiriente. 
La autoridad sin amor, te hace tirano. 
El trabajo sin amor, te hace esclavo. 
La oración sin amor, te hace un farsante. 
La ley sin amor, te hace inclemente.
La amistad sin amor, te hace utilitario. 
La fe sin amor, te hace fanático. 
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor... no tiene sentido.+