Mons. Margni: "Si la pobreza crece, ha de crecer nuestra solidaridad"
- 15 de noviembre, 2021
- Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
En el marco de la V Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Julián Margni, dedicó su homilía del domingo a los más necesitados.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Julián Margni, presidió el 14 de noviembre una Eucaristía en la V Jornada Mundial de los Pobres, que este año lleva el lema: «A los pobres los tienen siempre con ustedes».
En su homilía, monseñor Margni recordó el mensaje que el Papa dirigió para esta jornada, en el que "nos advierte sobre el crecimiento desproporcionado de la pobreza a nivel mundial en el último tiempo, en parte debido a la pandemia y sus dolorosas consecuencias; un aumento que, previsiblemente, se acentuará aún en los próximos meses".
"Es urgente dar respuestas concretas –escribe el Papa– La solidaridad social y la generosidad de la que muchas personas son capaces, gracias a Dios, unidas a proyectos de promoción humana a largo plazo, están aportando y aportarán una contribución muy importante en esta coyuntura", citó el obispo.
Al respecto, expresó: "Desde nuestro lugar, quisiéramos agradecer de modo especial a quienes, a lo largo y a lo ancho del territorio diocesano de Avellaneda-Lanús, durante estos largos meses, no cesaron de asistir a los pobres en sus necesidades más urgente de abrigo, alimentación y medicamentos". "Comedores comunitarios, merenderos, noches y ollas de la caridad, paradores, bancos de medicamentos, roperos comunitarios, y tantas otras iniciativas solidarias han sido, en el silencio del servicio discreto, la voz y el testimonio de la iglesia de la caridad que nunca calla", detalló.
"Y al mismo tiempo quisiéramos, junto al papa Francisco y a todas las comunidades eclesiales en el mundo, unirnos por la visibilización de los pobres. Si la pobreza crece, ha de crecer también nuestra sensibilidad y nuestra solidaridad con los pobres", alertó.
En palabras del Papa: «Es decisivo que se aumente la sensibilidad para comprender las necesidades de los pobres, en continuo cambio como lo son las condiciones de vida. De hecho, hoy en día, en las zonas económicamente más desarrolladas del mundo, se está menos dispuestos que en el pasado a enfrentarse a la pobreza. El estado de relativo bienestar al que se está acostumbrados hace más difícil aceptar sacrificios y privaciones. Se es capaz de todo, con tal de no perder lo que ha sido fruto de una conquista fácil. Así, se cae en formas de rencor, de nerviosismo espasmódico, de reivindicaciones que llevan al miedo, a la angustia y, en algunos casos, a la violencia. Este no ha de ser el criterio sobre el que se construya el futuro; sin embargo, estas también son formas de pobreza de las que no se puede apartar la mirada. Debemos estar abiertos a leer los signos de los tiempos que expresan nuevas modalidades de cómo ser evangelizadores en el mundo contemporáneo. La ayuda inmediata para satisfacer las necesidades de los pobres no debe impedirnos ser previsores a la hora de poner en práctica nuevos signos del amor y de la caridad cristiana como respuesta a las nuevas formas de pobreza que experimenta la humanidad de hoy».
Finalmente, mencionó que en la Argentina se celebró el domingo una jornada democrática, ejerciendo el derecho popular a elegir a sus legisladores. En ese sentido, animó a los fieles la participación "considerando los necesarios caminos de verdad, justicia y paz que nuestro pueblo necesita para encarar la reconstrucción de postpandemia".
"En muchos sentidos este es un tiempo inédito: inédito por todo lo que hemos vivido; inédito por las consecuencias dramáticas que la pandemia ha dejado y por las desigualdades ya existentes que ha puesto aún más de manifiesto; inédito también porque, tras la pandemia, el camino que tenemos por delante resulta en gran medida desconocido y nuevo. Por lo pronto, llegamos a vislumbrar que afrontar sus desafíos es tarea que nos comprometerá a todas y todos y que nos llama, ahora más que nunca, a una renovada generosidad y a una esperanza activa, perseverante y creativa".
"El crecimiento alarmante de la desocupación, las dificultades para asegurar la subsistencia cotidiana en las familias, la pérdida del poder adquisitivo del salario marca la vida de miles de hermanas y hermanos de nuestro pueblo. Ya desde ahora, no podemos hacer la vista a un costado, ni velar sólo por nuestros propios intereses. Un cambio de mentalidad, una nueva solidaridad con los dolores y esperanzas de quienes más sufren, un compromiso activo en la promoción de la vida digna, resultan hoy indispensables. La reconstrucción post pandemia nos convoca a todos y todas", exhortó.+