Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Lozano: "Mirar a Dios, renovar la confianza en su misericordia"

  • 26 de febrero, 2023
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del CELAM, en su columna para el primer domingo de Cuaresma, alertó sobre las tentaciones del escepticismo, el egoísmo y la hipocresía.
Doná a AICA.org

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), se refirió en su columna para este 26 de febrero, primer domingo de Cuaresma -titulada “Genio y figura, ¿hasta la sepultura?”-, al Evangelio sobre las tentaciones de Jesús en el desierto y a la guerra en Ucrania.

Al respecto, reflexionó: “Ante un defecto que lastima a otros -o incluso a uno mismo- no debemos excusarnos tan fácilmente diciendo “yo soy así”, como si nada se pudiera hacer para cambiar. Hay cosas que hacemos más por costumbre que por opción. La rutina, la mera repetición de una conducta o el rol que nos asignan en un grupo pueden terminar por condicionarnos”.

“En el camino de la vida, nos puede suceder con los vínculos interpersonales o en el plano de la fe. Por eso nos hace bien de vez en cuando cambiar la mirada, ponernos desde otra perspectiva. El tiempo de Cuaresma es un fuerte llamado de atención para despabilarnos, y vencer el costumbrismo y la apatía”, agregó.

En relación con el texto evangélico sobre las tentaciones de Jesús en el desierto, consideró necesario realizar “tres movimientos simultáneos”: “hacer foco en mi propia debilidad, las tentaciones con las que lucho y especialmente aquellas en las que habitualmente soy derrotado”; “mirar a Dios, renovar la confianza en su misericordia”; y “ponerme a caminar hacia ese ideal que Dios me propone nuevamente, sabiendo que Él es fiel y que, aunque yo caiga una, cinco o mil veces, su amor permanece para siempre”.

A continuación, el arzobispo se refirió a tres tentaciones personales y comunitarias muy habituales.

La primera, según enumeró, es el “el escepticismo que, ante cualquier propuesta de cambio, lo primero que dice es ‘no va a funcionar’, o ‘ya lo intenté varias veces y sin conseguir resultados’. ‘Siempre soy así’. Y esta es una tentación también comunitaria que no nos permite renovar actitudes y opciones en la Iglesia”, y agregó: “Es la cobardía del que no arriesga, del que para empezar la lucha quiere la garantía del éxito.

La segunda, es “el egoísmo, que me encierra sin mirar a los demás. Se expresa demasiado frecuentemente ‘con mi vida hago lo que quiero’, o ‘es mi plata y la gasto como me parece’. Todo gira en torno a mí o no existe. Con esta actitud no es posible la comunidad”.

Y, en tercera tentación es “la hipocresía, que nos lleva a actuar y sobreactuar la fe. Nos preocupa más la imagen o el qué dirán por encima de la coherencia de vida y la verdad sobre mi existencia. Es una actitud que nos carga de esterilidad sin dar fruto. En el camino sinodal asume un cambio de maquillaje, pero todo sigue igual”.

Para redondear lo referente a la Cuaresma, el arquidiocesano exhortó: “Nos ponemos en camino 40 días hasta la Semana Santa. No dejemos para después lo que podemos empezar ahora”.

Luego de citar un par de pasajes del mensaje para la Cuaresma del papa Francisco, recordó el primer aniversario del comienzo de la guerra en Ucrania, cumplido el viernes 24 de febrero: “Recemos para que cese el horror de la guerra y haya caminos de diálogo para la justicia y la paz”.+

» Texto completo de la reflexión