Mons. Han Lim Moon: Generosidad al prójimo, con alegría
- 9 de noviembre, 2018
- San Martín (Buenos Aires)
Monseñor Han Lim Moon, obispo auxiliar de San Martín, reflexionó en torno al Evangelio de San Marcos de este domingo 11 de noviembre: "¡El Señor fue, es y será sumamente generoso contigo! Por eso, te invito a que seas también lo más generoso con Dios y con tu prójimo, además con alegría".
Este gesto, dice monseñor Moon, "no se puede entender si no comprendemos primero la locura que Dios hizo con nosotros. Él nos ha regalado de verdad a su único Hijo, Jesús, como signo de su amor encarnado. Así, el Hijo de Dios se hizo verdaderamente nuestro".
Al aceptar esta "locura de Dios", Él capacita al hombre para que "le devuelva con la misma locura de amor". "Si alguna vez en tu vida recibiste la locura del amor humano auténtico e incondicional y respondiste de la misma manera, entonces tu experiencia te ayudará mucho a comprender la ofrenda de la viuda del Evangelio", comentó el prelado.
Sin embargo, aseguró que esta viuda no hizo más que cumplir el primer mandamiento: "amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas?". De este modo, el Evangelio nos invita a hacer lo mismo: "ofrecer a Jesús como nuestra ofrenda a Dios", porque Jesús, dice monseñor Moon "es lo mejor que tenemos".
Luego cita la carta de San Pablo quien exhorta el mismo ofrecimiento: "nuestro trabajo, dinero, dolor, alegría, problemas, esperanza, en fin, nuestra vida cotidiana". Esta es la clave, aseguró el prelado, para "entrar en comunión con Dios".
El obispo auxiliar de San Martín describió dos significados para esta ofrenda material: por un lado, el primer mandamiento, "responder en forma concreta al amor de Dios"; y, en segundo lugar, lo referido al segundo mandamiento, "para compartir nuestra ofrenda material con los necesitados", lo cual "nos trae la comunión con el prójimo".
Al finalizar, monseñor Han Lim Moon, aconsejó "cuando hagas tu ofrenda o regalo, sea en la colecta, en la alcancía o a los necesitados; no importa si es mucho o poco, pero recuerda que es la expresión material de tu amor a Dios y al prójimo". "¡El Señor fue, es y será sumamente generoso contigo! Por eso, te invito a que seas también lo más generoso con Dios y con tu prójimo, además con alegría", concluyó. +