Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Giobando: 'San Cayetano nos da el ejemplo de cómo hay que servir'

  • 8 de agosto, 2024
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En la fiesta del patrono del pan y del trabajo, el administrador apostólico de Mar del Plata pidió imitar al santo y pedirle pan "para la mesa de los hogares más humildes, priorizando a los pobres".
Doná a AICA.org

Una multitud de peregrinos de la diócesis de Mar del Plata visitó el miércoles 7 de agosto el santuario de San Cayetano, para participar de la fiesta del patrono del pan y del trabajo. 

Varios sacerdotes celebraron el sacramento de la reconciliación, a la vez que otros, junto a algunos diáconos, bendijeron a las personas que se acercaron a agradecer y a pedirle al santo, muchas de las cuales portaban objetos de devoción, que también fueron bendecidos.

Luego se desarrolló la tradicional procesión con la imagen de san Cayetano, que recorrió las calles del barrio entre cánticos, rezos y reflexiones del Papa Francisco leídas en voz alta por algunos de los participantes.

Posteriormente, se celebró la misa central, que fue presidida por el administrador apostólico, monseñor Ernesto Giobando SJ, y concelebrada por el párroco del santuario, presbítero Juan Pablo Cayrol, y por los presbíteros Ezequiel Kseim, Hernán David, Juan Cruz Mennilli, Juan Pablo Arrachea, Armando Ledesma y José Martínez

En su homilía, el prelado tomó tres bienaventuranzas del Evangelio y recordó que los santos "están al servicio de Dios y de su Pueblo". 


"San Cayetano no es un político, en el sentido peyorativo que lamentablemente hoy se da a esta palabra. San Cayetano es un santo y nos da ejemplo de cómo hay que servir, especialmente a los más pobres; fue un hombre generoso y desinteresado, se la jugó por los más abandonados, salió a buscarlos, se los puso al hombro. Llevaba comida y, cuando faltaba, la multiplicaba: iban a buscar al canasto de las donaciones y siempre había pan", manifestó.

"Ese pan -señaló-que hoy está faltando en la mesa de muchos hogares. Si había pan en el canasto es porque alguien anónimamente lo dejaba, porque hay mucha gente generosa que ayuda a los demás sin que su mano izquierda sepa lo que hace su derecha. San Cayetano, como tantos otros santos, no pedía para sí, sino para los pobres". 

"Hoy le pedimos a san Cayetano el pan para la mesa de los hogares más humildes, hoy pedimos que seamos generosos en la ayuda y en la entrega de alimentos; lamentablemente, está creciendo el número de chicos desnutridos, y nos debe dar dolor y vergüenza: 'No es posible hoy morirse de hambre en la tierra bendita del pan'", enfatizó.

También recordó que el Papa "pide que los políticos trabajen para que otros puedan conseguir un trabajo digno: cuando se trabaja por el desarrollo humano integral y el bien común, los políticos y la política adquieren ese rostro de dignidad que tanto necesitamos: políticos que trabajan para dar fuentes de trabajo dignas, gastan su tiempo y energías para que los otros, la sociedad, pueda vivir mejor". 


"San Cayetano es el patrono de los trabajadores, intercede para conseguir trabajo, y es el patrono de aquellos que dan trabajo, y de aquellos legisladores que promulgan leyes justas y equitativas, con las que no se privilegie a unos pocos y hundan en la miseria al resto", afirmó.

Seguidamente, exhortó a que "atendamos a quienes han perdido el empleo, atendamos a nuestros hermanos y hermanas desocupados, al menos prestémosles el oído y, si podemos, démosles una mano, esa mano que les damos no se olvida, Dios no la olvida".

En otro punto de su mensaje, pidió "dar prioridad a los más pobres" y afirmó que "esa fue la opción de san Cayetano, amigo de Dios y de los pobres". "Estar cerca de los más pobres no es hacer demagogia, o usarlos con fines electorales; estar cerca de los pobres es conocer sus luchas, sus dificultades, también sus sueños", dijo. 

Además, alentó a estar cerca de los pobres, "no solo para decirles que aguanten, sino también para saber sus nombres, compartir sus pesares y darles un abrazo. Así hacían los santos y no tenían vergüenza, sino dolor y un corazón lleno de misericordia, un corazón solidario".

En su párrafo final, recordó que Mama Antula "nos trajo a estas tierras la devoción a san Cayetano: ella le tenía una profunda confianza, era para ella, como lo es para nosotros y gracias a ella, el 'patrono de la providencia'".+