Mons. Díaz: 'La Cuaresma es un esfuerzo por cambiar y convertirnos'
- 20 de febrero, 2024
- Concepción (Tucumán) (AICA)
El obispo de Concepción animó a vivir este tiempo fuerte como "un camino, compartiendo el esfuerzo con otros, para enriquecer mi alma y también la convivencia familiar y social".
El obispo de Concepción (Tucumán), monseñor José Díaz, celebró la Eucaristía en el primer domingo del Tiempo de Cuaresma.
En su homilía, a la luz de las lecturas, el prelado aseguró que la tentación “forma parte de la vida cotidiana; la tentación tiene que ver con una situación concreta, específica, donde aparece parte de nuestra fragilidad”, continuó.
Manifestó que, “en un contexto de situación, hay personas que se sienten tentadas según sean sus necesidades concretas; a veces por defecto. Lo cierto es que la tentación siempre está. Movidos por la concupiscencia, por la codicia, por la avaricia; movidos por la soberbia, por la ira o pereza o por cualquier pecado dominante, siempre estamos en situación de precariedad y de tentación.
“A veces tenemos la tentación de hablar mal de una persona, pero es uno quien tiene que moderar las apreciaciones respecto de los otros. Ese trabajo requiere de una práctica que luego se convierte en una virtud, y uno tiene que aprender a orientarse en su propia vida para consolidar lo bueno y erradicar lo malo”, señaló, al tiempo que destacó que “esta es una cuestión cotidiana que en cualquier momento podemos practicar: hacia dónde orientamos la mirada, el pensamiento, el sentimiento, qué inclinaciones nos dominan”.
Monselor Díaz recordó que la Cuaresma “es un camino, un camino que me permite trazar un plan y decir: ‘Yo voy a trabajar en tal o cual aspecto de mi personalidad, en esa inclinación que me domina’. La Cuaresma es eso, un esfuerzo por cambiar y convertirnos, es una gran escuela de conversión y de vida nueva”.
“Pidámosle a la Virgen que nos ayude a hacer este camino compartiendo el esfuerzo con otros, haciendo incluso ciertas alianzas con otras personas, para decir ‘miremos en serio la Cuaresma y disminuyamos en un 50% el consumo de contenidos mediáticos, pantallas, celulares, televisión, y vamos a acrecentar un poco más el silencio, la oración, juntos’”, enfatizó.
Y concluyó: “En ese clima de oración, de respeto, de diálogo, de lectura de la palabra de Dios, voy a enriquecer mi alma y también la convivencia familiar y social”.+