Mons. Carrara: 'Todos necesitamos de una familia'
- 3 de enero, 2025
- La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata presidió la misa de la fiesta de la Sagrada Familia en la catedral local, donde instó a "que como Iglesia seamos familia que recibamos a los que más lo necesitan".
El arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara presidió la misa de la fiesta de la Sagrada Familia en la catedral platense. Concelebró el párroco del templo, presbítero Hernán Remundini.
En su reflexión, a luz de la Palabra, recordó que "todos necesitamos de una familia" y alentó a tomar el modelo de Jesús, María y José, que eran muy unidos a pesar de que también debieron afrontar dificultades.
"Hoy pedimos, de modo especial, por cada una de nuestras familias. También pedimos por aquellos que están más solos en la vida, para que encuentren en la Iglesia, en nuestra comunidad, una familia que los abrace y los acompañe", expresó.
A su vez, planteó que "cuando decimos familia, sobre todo decimos vínculos amorosos que nos acompañen y que nos ayuden a caminar en la vida".
Animó, además, a los padres a escuchar siempre a sus hijos, porque la escucha permite aprender de ellos, y acompañarlos, aunque muchas veces cueste comprenderlos: "Aprender de San José y la Virgen, que estaban dispuestos a entablar un diálogo con Jesús y preguntarle y escucharlo".
"El Evangelio nos da ese consejo, sobre todo a los adultos: que escuchemos, aunque no entendamos, que busquemos escuchar, que busquemos dialogar con los adolescentes que necesitan mucho del mundo adulto, porque un adolescente siempre está en crecimiento, siempre está descubriendo cosas nuevas, siempre tiene preguntas en su corazón y no necesita de los adultos que seamos sabelotodos, necesitan ser escuchados, acompañados con dulzura, con paciencia", recomendó.
Monseñor Carrara instó, asimismo, a imitar a la Sagrada Familia en el hecho de que "San José vivía para la Virgen y para Jesús, que la Virgen vivía para San José y para Jesús, que Jesús era la alegría de esa familia, pero muchas veces suscitaba preguntas que ellos no podían entender".
"Pero María guardaba todo en su corazón y, al guardar todo en su corazón, después los acontecimientos vividos iban cobrando un sentido más profundo, siempre con paciencia, siempre con fortaleza interior, siempre con esperanza, porque Dios no defrauda, su amor no defrauda nuestra esperanza", concluyó.+