Mons. Buenanueva: Casa amplia y puerta estrecha
- 24 de agosto, 2022
- San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió sus reflexiones a la luz del Evangelio en el periódico "La Voz de San Justo".
En su tradicional columna en el periódico "La Voz de San Justo", el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió una reflexión sobre el Evangelio dominical.
Para empezar, citó un pasaje del Evangelio: “Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?». El respondió: «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán»”.
Al respecto, planteó: "¿Quiénes se salvarán? ¿Cuántos serán? ¿Pocos o muchos?".
"Ya sabemos que las respuestas de Jesús suelen ser provocativas e incómodas. El domingo pasado lo escuchamos atónitos decirnos que no ha venido a traer paz sino división. Hoy, el mensaje agrega nuevos motivos de inquietud", comparó.
"Con una metáfora -una casa amplia con una pequeña puerta de entrada-, Jesús responde que todo depende de las decisiones que se tomen. La puerta estrecha expresa justamente eso: cada uno ha de confrontarse con la decisión por Jesús. Es un esfuerzo, una lucha espiritual y ética", consideró.
"Muchos lo rechazarán, como muestra el Evangelio. Otros muchos -más de los que imaginamos- darán el paso y seguirán a Jesús. Jesús concluye con una perspectiva amplia: 'Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios'", recordó.
"No hay automatismos ni derechos adquiridos. Cada uno ha de asumir el riesgo de responder libremente y a conciencia: 'Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos'", sostuvo.
Finalmente, el prelado rezó: “Jesús: al subir a Jerusalén a entregar la vida nos has precedido en atravesar la puerta estrecha. Danos tu Espíritu para que te sigamos por ese camino. La casa de tu Padre es amplia. Nadie puede quedar excluido del banquete del Reino. Que nuestras comunidades cristianas sean espacios generosos de acogida e integración. Amén”.+