Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Buenanueva: "Buscar, esperar y sanar"

  • 13 de septiembre, 2022
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
En su tradicional columna en el periódico "La Voz de San Justo", el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre el Evangelio del domingo que habla de la misericordia.
Doná a AICA.org

El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió sus reflexiones sobre el Evangelio en el periódico "La Voz de San Justo".

En esta oportunidad, comenzó su meditación con un fragmento del pasaje dominical: “Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo entonces esta parábola: […]”.

Al respecto, expresó: "Así comienza el Evangelio de este domingo. Escucharemos tres parábolas con un mismo mensaje: cuando el amor pierde a quien ama, lo busca y espera siempre. Son los relatos del pastor que busca la oveja perdida, de la viuda pobre que barre la casa hasta encontrar la monedita extraviada; y -el más conocido- el del padre que recupera al hijo pródigo".

"Es el centro del mensaje de Jesús que san Lucas destaca con maestría: Dios es un Padre con corazón de Madre que siempre buscará al ser humano, cualquiera sea su condición o situación", afirmó.

Y regresando al cuadro inicial, describió: "Dos mundos separados, alejados e incomunicados y, sin embargo, con una misma humanidad herida. Ahí están, por un lado, fariseos y escribas; y, por otro, publicanos y pecadores. A unos y otros, Jesús quiere mostrarles un camino de curación: la compasión y misericordia del Padre. Es posible mirarse con ojos nuevos, recuperarse como hermanos".

"Por razones diferentes, unos y otros están sedientos de esa vía de escape de su propio encierro. Fariseos y escribas, para ser curados de su ceguera y soberbia espiritual. Publicanos y pecadores, para salir de su extravío y exclusión".

"En esta hora delicada que vivimos como pueblo, ¿no necesitamos encontrar caminos superadores de nuestros encierros, cegueras y exclusiones? La incomunicación distorsiona la imagen del otro. ¿Quién se animará a dar un paso superador? Argentina espera palabras, gestos y actitudes así", planteó el obispo.

Finalmente, inspirado por el Evangelio, rezó: “Señor Jesús, convencenos que la fraternidad supone humildad y compasión. Y animarse a dar pasos. Suplicamos la gracia de tu Espíritu. Amén".+