Mons. Azpiroz Costa: 'La Eucaristía es presencia del amor de Dios por nosotros'
- 3 de junio, 2024
- Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Bahía Blanca presidió la solemnidad de Corpus Christi y destacó que la Eucaristía "contiene al mismo autor de la gracia". También animó a reconocer los dones de Dios en todo momento.
El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa OP, presidió este sábado la solemnidad de Corpus Christi en la catedral Nuestra Señora de la Merced.
Luego de que grupos de la parroquia adoraran al Santísimo Sacramento durante la mañana, a las 16.15 se realizó una procesión alrededor de la Plaza Rivadavia, de la que participaron los obispos de la arquidiócesis, así como varios sacerdotes de la ciudad, diáconos y una numerosa feligresía.
A continuación, monseñor Azpiroz Costa presidió la misa concelebrada por el arzobispo emérito de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti, el obispo emérito de Alto Valle del Río Negro, monseñor Néstor Navarro, varios sacerdotes de la ciudad y diáconos.
En la homilía, el arzobispo bahiense relató los comienzos de esta solemnidad, que la Iglesia celebra desde hace 760 años, y el milagro que marcó la historia de esta fiesta.
Refiriéndose a las oraciones de la misa -y las del oficio divino- destacó que todos esos textos fueron escritos por santo Tomás de Aquino, y que son los mismos desde entonces: “Y me detengo en eso porque esta oración colecta tiene una motivación que es central: miramos a la Eucaristía y decimos ‘sacramento admirable’”
“Los sacramentos no necesitan demasiados adjetivos ni agregados, pero la Eucaristía sí. Claro que es un signo maravilloso: contiene la gracia, opera la gracia en nosotros como los demás sacramentos, pero además contiene al mismo autor de la gracia”, argumentó monseñor Azpiroz.
Esta motivación, sostuvo, “abraza todo el pasado porque nos lo ha dejado la memoria de su Pasión: ‘Hagan esto en memoria mía’. En cierto sentido todos nosotros seguimos esa Palabra, no somos meros espectadores, participamos de la Eucaristía. Jesús no manda meramente conmemorar, y por eso veneramos la presencia viva, real”.
Promesa y esperanza de una liberación total
“Experimentamos el fruto de la redención que crea comunión, es un acontecimiento que durará para siempre, porque Dios es eterno – continuó el arzobispo de Bahía Blanca-. Es una Esperanza, no es meramente una espera con minúscula”.
El arzobispo animó a “la certeza y alegría por una liberación ya obtenida que será mucho más grande en el futuro”.
También destacó que “la fraternidad es hoy”. Sobre este punto, explicó: “El clima es de acción de gracias, de gratitud. Eucaristía significa acción de gracias. Jesús da gracias y con Él continúa haciéndolo la Iglesia por las grandes cosas que Dios hizo en nosotros, por las que ha cumplido en favor nuestro desde la creación hasta la redención”.
Por eso, recordó: “reconocer los dones de Dios siempre y en todos lados nos hace dar gracias. No obstante el pecado, somos la Iglesia de Dios. La Eucaristía es presencia del amor de Dios por nosotros”.
“No solo hagan la comunión sino, insisto, comulguen”, concluyó.+