Jueves 14 de noviembre de 2024

Más de 400 participantes en una Asamblea Pastoral en Cruz del Eje

  • 3 de octubre, 2023
  • Cruz del Eje (Córdoba) (AICA)
En el año jubilar por el 60° aniversario de la diócesis, el obispo local, Mons. Ricardo Araya, recordó que "en la misión descubrimos que Jesús vive, trabaja y transforma".
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Unas 400 personas, provenientes de diversas parroquias de la diócesis de Cruz del Eje, participaron los días 29 y 30 de septiembre de la 25ª Asamblea Diocesana de Pastoral, que se llevó a cabo en Villa Cura Brochero y fue organizada por el equipo de Animación Pastoral (EDAP), que articula el trabajo de los consejos de pastoral parroquiales.

Entre los participantes se encontraban catequistas, miembros de Cáritas, docentes, estudiantes, consagradas, religiosos, sacerdotes, diáconos, agentes de pastoral, comunicadores y fieles en general. 

Durante los dos días de duración de la asamblea, se realizó un ejercicio de conversación espiritual, en elque los asambleístas, divididos por grupos, se pronunciaron sobre diversas temáticas y se escucharon mutuamente. 

En el marco del año jubilar por el 60° aniversario de vida diocesana, el obispo local, monseñor Ricardo Araya, invitó a esta jornada de trabajo intenso y escucha del Espíritu Santo, y expresó: “La Iglesia está descubriendo que el método de conversación espiritual es muy valioso. Todos hablan, todos escuchan y no se llega necesariamente a una conclusión. Pero nos enriquecemos con lo que el otro aporta. Eso es sinodalidad”. 

“Un sínodo no es para ordenar las cosas y saber qué le toca hacer a cada uno. Cuando se camina sinodalmente, viene el Espíritu Santo y pone ‘la mesa patas para arriba’, y después armoniza el lío. Por eso, el signo para saber si una parroquia anda bien es que te desborde”, destacó el prelado, al tiempo que aclaró que “si todo está prolijo, ordenado y sale como se predijo, puede haber poco de Espíritu Santo. Debemos abrirnos a la acción del Espíritu Santo sin miedo. Si hay Espíritu Santo, la cosa se transforma; si sigue todo igual, es que hay poco del Espíritu Santo”.

Luego de escuchar algunas conclusiones, monseñor Araya aseguró que “sin el Espíritu Santo Jesús es una pieza de museo, pero con el fuego de Espíritu, Jesús se hace presente y vivo, nos devuelve el entusiasmo misionero”. “En la misión, descubrimos que Jesús vive, trabaja y transforma. El Espíritu Santo actúa en esta diócesis de modo muy expresivo en la religiosidad cotidiana, popular y sencilla del pueblo fiel. Es imposible no descubrirlo presente ahí”, aseguró.

En tanto, manifestó que, “en la primera asamblea que tuve con ustedes, les dije que me gustaba estar en esta diócesis; ahora les digo más: estoy enamorado de esta Iglesia diocesana. Como dice el profeta Isaías, Dios quiere entrar en estrecha comunión con su pueblo y, para entender lo que Dios quiere hacer con la humanidad, usa la imagen de los esposos”. “El amor esponsal entiende que los defectos no achican el amor, sino que lo hace real. Un amor verdadero integra los defectos del otro”, precisó.

Finalmente, el obispo hizo alusión al año jubilar de la diócesis y a las posibles celebraciones que la asamblea propuso para esta ocasión: “Nos hemos preparado para la apertura del año jubilar recorriendo la historia diocesana en tres etapas: fundamentos, consolidación y profundización. Ojalá que esta etapa que comenzamos se llame ‘participación’, que es otro modo de decir sinodalidad”. 

“Esto significa articular lo que ofrecemos con lo que se necesita. Escuchar las necesidades ante de hacer una propuesta misionera. Entrar en contacto con lo que el Espíritu Santo está obrando en aquella persona a la que yo voy a llevarle el Evangelio. Si nos aislamos, no llegamos a ninguna parte. Vamos juntos o vamos ‘al muere’. Juntos pero no de manera uniforme. Cada uno a su ritmo, con su talento y sus límites. Vamos al mismo lugar, pero no por idénticos caminos”, concluyó.+