Domingo 29 de diciembre de 2024

La comunidad de Cañuelas despide al Pbro. Alejandro Delorenzi

  • 17 de octubre, 2018
  • Cañuelas (Buenos Aires)
Luego de agravarse su estado de salud, falleció esta mañana el presbítero Alejandro Delorenzi, quien durante una década desarrolló sus tareas pastorales en la capilla Nuestra Señora que Desata los nudos, de la Fundación Revivir, barrio La Garita, en Cañuelas. Allí serán velados sus restos desde las 19 y mañana a las 9,30 se celebrará la misa exequial.
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El presbítero Alejandro Delorenzi falleció esta mañana, a sus 60 años, en el sanatorio Juncal, de Temperley. Sus restos son velados a partir de las 19 en la capilla Nuestra Señora que Desata los nudos, de la fundación Revivir, barrio La Garita, en Cañuelas, donde durante una década se desempeñó como capellán. Mañana a las 9,30 se celebrará la Misa exequial y luego sus restos serán trasladados al cementerio de Cañuelas.

El Gobierno Municipal decretó un "duelo comunitario de 48 horas" en virtud de la desaparición física del padre Alejandro Delorenzi. En el decreto redactado este mediodía por el intendente Gustavo Arrieta se destaca el fuerte compromiso social desarrollado intensamente a través de la Asociación Revivir y la Capilla Nuestra Señora que Desata los nudos en el barrio La Garita, según publicó el periódico InfoCañuelas.

También se destacan su sencillez y profundidad cristiana, como su constante preocupación por el sufrimiento de los más necesitados.

Alejandro Delorenzi nació en Villa Devoto el 8 de mayo de 1958. Se ordenó sacerdote en la Arquidiócesis de Buenos Aires el 7 de diciembre de 1991, fue vicario y luego Párroco en Mataderos y Villa Lugano, donde conoció de cerca las necesidades de los más humildes. Hacía una década que se encontraba al frente de la capilla ubicada en la granja Revivir, dedicada a la recuperación de adictos a las drogas. Fue nombrado capellán de la granja por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires.

Dueño de un carisma especial y de un trato cordial con la gente, el padre Alejandro logró reunir un importante grupo de feligreses del centro de Cañuelas que se sumaron de manera incondicional a la capilla Desatanudos. Sus misas por las embarazadas o para las parejas que buscaban hijos y sus colectas para el Día del Niño o Navidad generaban una multitudinaria respuesta.

Si bien Alejandro era amigo cercano del papa Francisco, jamás se jactó públicamente de ese vínculo. El 8 de diciembre de 2009, antes de ser electo sumo pontífice, el cardenal Jorge Bergoglio participó en la ceremonia de inauguración de la capilla construida con el trabajo de los internos de la granja.
Amante de la música y la literatura, en octubre de 2014 presentó su libro de poesías "Latidos bajo la lluvia", auspiciado por el centro cultural Volveré.

En junio de 2017 fue internado por un cuadro de neumonía del que logró reponerse luego de seis meses de tratamiento. Antes había superado un cáncer. "El amor de la gente es lo que me permitió salir" dijo en diciembre de 2017, cuando retomó la actividad parroquial.

En 2018, celebró por un tiempo las misas dominicales hasta que su salud volvió a empeorar y fue nuevamente internado. Acompañado por sus amigos de la Capilla, el "padre Ale" recibió hasta último momento el amor y la compañía que él también le brindó a la comunidad de Cañuelas. +