Encuentro de jóvenes de la arquidiócesis de Córdoba con su obispo

Mons. Ángel Sixto Rossi SJ se reunió con más de 100 dirigentes de grupos juveniles de la arquidiócesis para escucharlos y conocer qué están construyendo en la Iglesia en este tiempo.

Monseñor Ángel Sixto Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, convocó a más de 100 jóvenes coordinadores, animadores y dirigentes de grupos juveniles provenientes de zonas céntricas y también del interior de la arquidiócesis para escucharlos y conocer qué están construyendo en la Iglesia en este tiempo.

“Le propusimos como pastoral de juventud al obispo que él pudiera escuchar cómo están viviendo los jóvenes, qué necesitan en este momento”, explica el padre Hernán Ceballos, asesor de la pastoral de jóvenes de la arquidiócesis de Córdoba.

En el encuentro, realizado en el Seminario Mayor de Córdoba, el arzobispo retomó algunas citas de la exhortación apostólica postsinodal Christus vivit que sintetizan las convicciones de la Iglesia para este tiempo, basándose en el sínodo de los jóvenes.

Luego de la presentación, participaron de un tiempo de reflexión mientras los representantes de cada comunidad preparaban la segunda parte de la conversación, orientados por cuatro elementos: las necesidades que traen, los límites con los que conviven, qué se está construyendo y qué sueñan.

Los miembros de la “Pastoral de Juventudes” guiaron la conversación, teniendo como finalidad la escucha atenta de los jóvenes, quienes tomaron la palabra la mayor parte del encuentro. “Surgieron un montón de cosas: la necesidad de formación, la necesidad de hablar de temas que son tabú en la Iglesia, que los jóvenes necesitan espacio de diálogo, y sobre todo salió mucho el tema de que faltan espacios donde se unan más los jóvenes”, relata Ceballos.

Entre lo compartido, los jóvenes destacaron el deseo de ser acompañados en el itinerario cotidiano y formativo en sus comunidades, y que en ese caminar juntos, jóvenes y adultos puedan “poner sobre la mesa”, en diálogo sincero, los diversos temas que abarcan los desafíos de la vida actual. Varios destacaron también la formación en prevención y acción para casos de abuso, adicciones y otras problemáticas que afectan a todas las zonas pastorales, especialmente en algunas zonas más que en otras.

Haciendo un balance sobre lo que se dijo en el encuentro de los jóvenes con el obispo, el sacerdote expresó: “Esperamos que se pueda salir mucho a la periferia, que los jóvenes puedan seguir acompañando las realidades que cada grupo, de diversos dones y carismas, va realizando en la iglesia de Córdoba”.

El encuentro finalizó con una breve síntesis por parte del obispo, quien agradeció los testimonios compartidos y advirtió que "es un pecado eclesial no escuchar a los jóvenes". También destacó que el próximo año el eje de la arquidiócesis será la misión y exhortó a los jóvenes a buscar “liderazgos lindos” en los grupos donde están, que cuiden a los que llegan a sus comunidades, especialmente a los frágiles.

“Necesitamos espacios concretos donde podamos juntarnos a lo largo del año y después dispersarnos en la misión a lo largo de todo el tiempo que vamos programando”, añadió Ceballos y agregó que, “si bien somos muchos los jóvenes que están en la diócesis, a la vez somos pocos”.

Finalmente, mons. Rossi compartió dos ejemplos del Evangelio que hablan de cómo Dios confía en los jóvenes: la Virgen María, una muchacha, adolescente de Palestina, a quien se confía en su vientre la Encarnación del Hijo de Dios y Juan, el discípulo amado, a quien se le confía, a los pies de la cruz, el cuidado de María, la Madre de Jesús, y desde ese momento Madre de la Iglesia. Ambos eran jóvenes cuando se les confía una tarea grande, porque Dios confía en los jóvenes, concluyó.+