Jueves 14 de noviembre de 2024

El Vaticano advierte ante la ONU que 'el mal del racismo continúa'

  • 31 de octubre, 2023
  • Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas lamentó que el racismo siga siendo noticia, a pesar de los aparentes avances.
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La realidad del racismo persiste y el debate sobre esta cuestión y la discriminación racial es muy actual, en particular por las tensiones que suscita tanto dentro de los países como a nivel internacional, consideró el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. El mal “continúa en nuestra sociedad, a pesar de los aparentes progresos e incluso de los importantes cambios legislativos”, señaló el arzobispo Gabriele Caccia el 30 de octubre, en su intervención en la ONU sobre la eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia.

"La comunidad internacional considera injustificable y rechaza como inaceptable la tendencia a mantener o introducir leyes o comportamientos sistemáticamente inspirados en prejuicios racistas”, recordó. Para el diplomático de la Santa Sede, “todos los miembros de la familia humana comparten los mismos derechos y deberes fundamentales, porque poseen la misma dignidad dada por Dios”. Por tanto, no hace falta decir que todos pueden “tener igual acceso a la vida económica, cultural, cívica y social y beneficiarse de una distribución justa de la riqueza de la nación, siendo tratados igualmente por la ley”.

Racismo y migrantes
Al continuar su discurso, monseñor Caccia explicó que “el racismo se basa en la creencia errónea de que una persona, reducida a una simple característica, es superior a otra”. "Esto es una afrenta a la dignidad inherente a todo ser humano", lamentó, abordando la cuestión de los inmigrantes. Según él, “los actos reprobables de racismo, xenofobia y discriminación contra inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo son una clara manifestación de esta mentalidad”. Como resultado, “no se les considera que tengan la misma dignidad intrínseca que cualquier otra persona y, por lo tanto, son abiertamente rechazados”. Una triste situación, que viven hoy muchos migrantes.

Reconociendo que la migración puede dar lugar a miedos y aprensiones, a menudo alimentados y explotados con fines políticos, que pueden desembocar en una mentalidad xenófoba y llevar a algunos a encerrarse en sí mismos por miedo al "otro", la Santa Sede sigue "convencida de que esta cuestión debe abordarse con decisión”. 

“La situación de los inmigrantes, afirmó el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, no debe considerarse un problema político del que sea fácil deshacerse". Más bien, deberían ser vistos “como seres humanos que comparten la misma dignidad y valor intrínsecos que cualquier persona”, fue el llamamiento lanzado por monseñor Gabriele Caccia.

Intolerancia religiosa
La oportunidad sirvió para recordar también la preocupación de la Santa Sede por “el constante aumento de los casos de intolerancia religiosa, discriminación y persecución”. 

El arzobispo Caccia señaló que “un número cada vez mayor de personas sufre a causa de su religión o sus creencias. Las personas y las comunidades enfrentan restricciones y persecución por profesar su fe, tanto en el ámbito privado como en el público, dados los numerosos lugares donde la libertad religiosa está severamente restringida”. Ante esta situación, la Santa Sede recuerda que los gobiernos tienen el deber de proteger este derecho de sus ciudadanos, porque es “uno de los requisitos mínimos absolutos necesarios para vivir con dignidad”.+