El Papa inaugura un nuevo ciclo de catequesis sobre el discernimiento
- 31 de agosto, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"Saber lo que es bueno para mí aquí y ahora requiere una relación filial con Dios", explicó el pontífice durante la audiencia general celebrada hoy en el Aula Pablo VI.
"El discernimiento es agotador, pero es indispensable para vivir. Requiere que me conozca a mí mismo, que sepa lo que es bueno para mí aquí y ahora. Requiere sobre todo una relación filial con Dios", son las palabras que el papa Francisco pronunció en la mañana de este miércoles 31 de agosto, en la audiencia, que tuvo lugar, como es habitual, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Con ellas inauguró un nuevo ciclo de catequesis dedicado precisamente al tema del discernimiento.
El Santo Padre reflexionó sobre el discernimiento que se presenta en el Evangelio como “un ejercicio de inteligencia, de habilidad y también de voluntad, para aprovechar el momento favorable: son condiciones para hacer una buena elección. Y también hay un costo necesario para que el discernimiento sea operativo”. En el Evangelio se puede reflexionar sobre otro aspecto importante del discernimiento: “implica los afectos”.
“Por eso es tan importante saber discernir: las grandes elecciones pueden surgir de circunstancias que a primera vista parecen secundarias, pero que resultan ser decisivas”, afirmó el Papa.
Conocimiento, experiencia, afecto y voluntad: estos son algunos elementos indispensables del discernimiento según el Santo Padre. “El discernimiento implica un esfuerzo. Según la Biblia, no encontramos ante nosotros, ya empaquetada, la vida que hemos de vivir. Dios nos invita a evaluar y elegir: nos ha creado libres y quiere que ejerzamos nuestra libertad. Por lo tanto, discernir es un reto”.
El Santo Padre subrayó que “a menudo hemos tenido esta experiencia: elegir algo que nos parecía bueno y, en cambio, no lo era. O saber cuál era nuestro verdadero bien y no elegirlo. El hombre, a diferencia de los animales, puede equivocarse, puede no querer elegir correctamente”.
Francisco puso el ejemplo de las primeras páginas de la Biblia cuando Dios da al hombre una instrucción precisa: que “las elecciones que hagas tendrán una consecuencia, para ti, para los demás y para el mundo; puedes hacer de la tierra un magnífico jardín o puedes convertirla en un desierto de muerte. Una enseñanza fundamental: no es casualidad que sea el primer diálogo entre Dios y el hombre”.
El discernimiento cuesta, pero es indispensable y requiere un conocimiento de uno mismo y una relación filial con Dios. “Dios es Padre y no nos deja solos, siempre está dispuesto a aconsejarnos, a animarnos, a acogernos. Pero nunca impone su voluntad. ¿Por qué? Porque quiere ser amado y no temido. Y el amor solo puede vivirse en libertad. Para aprender a vivir hay que aprender a amar, y para ello es necesario discernir”, concluyó el Papa.+