Jueves 26 de diciembre de 2024

El Papa exhorta a los creyentes a ser "discípulos del camino"

  • 10 de julio, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la reflexión del Ángelus de este domingo, Francisco invita a ser compasivos como el samaritano del Evangelio, pero sin alejar la mirada de la realidad.
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El papa Francisco dirigió este domingo 10 de julio la oración mariana del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano y exhortó a ser “discípulos del camino” siendo compasivos sin alejar la mirada de la realidad.

“El Evangelio de la Liturgia de hoy narra la parábola del buen samaritano. Como telón de fondo, el camino que desciende desde Jerusalén a Jericó; a un lado, yace un hombre al que los ladrones han golpeado y robado”, recordó.

El Evangelio menciona que un sacerdote y luego un levita pasaron, y no se detuvieron. "En cambio, un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió".

Afirma el Santo Padre, profundizando en la imagen del samaritano que “el evangelista desea precisar que ‘viajaba’. Por tanto, aquel samaritano, a pesar de tener sus propios planes y de dirigirse a una meta lejana, no busca excusas y se deja interpelar por lo que sucede a lo largo del camino”.

“Pensémoslo: ¿El Señor no nos enseña a comportarnos precisamente así? A mirar a lo lejos, a la meta final, poniendo al mismo tiempo mucha atención a los pasos que hay que dar, aquí y ahora, para llegar a ella”, puntualizó.

De allí que, el pontífice enfatizara en lo significativo del apelativo que daban a los primeros cristianos, llamados “discípulos del Camino”.

Manifiesta el Papa que “el creyente, en efecto, se parece mucho al samaritano: como él, está de viaje, es un viandante. Sabe que no es una persona ‘que ha llegado’, y desea aprender todos los días siguiendo al Señor Jesús, que dijo: 'Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida'. El discípulo de Cristo camina siguiéndolo a Él, y así se hace discípulo del Camino”.

Y el “discípulo del camino”, explica el Papa, aprende a ver y ser compasivo. “Caminando sobre las huellas de Cristo, se convierte en viandante y aprende –como el samaritano– a ver y a tener compasión. Ante todo, ve: abre los ojos a la realidad, no está egoístamente encerrado en el círculo de sus propios pensamientos”.

“Y, además, seguir a Jesús nos enseña a tener compasión: a fijarnos en los demás, sobre todo en quien sufre, en el más necesitado, y a intervenir como el samaritano”, agregó.

Ante esta parábola del Evangelio, el papa Francisco indica que podría suceder que “culpabilicemos o nos culpabilicemos”, señalando al otro comparándolo con el sacerdote o levita. Por ello, invita a pedir al Señor “que nos haga salir de nuestra indiferencia egoísta y que nos ponga en el Camino”.

“Pidámosle que nos haga ver y tener compasión de quienes encontramos en nuestro recorrido, sobre todo de quien sufre y está necesitado, para acercarnos y hacer lo que podamos para echar una mano”, concluyó.+