Jueves 14 de noviembre de 2024

Asamblea Eclesial: "Detenerse a escuchar la voz del Espíritu"

  • 23 de noviembre, 2021
  • Ciudad de México (AICA)
Mensaje del cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Pontificia Comisión para América Latina, a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe
Doná a AICA.org

“¡Que el Espíritu del Señor presente en medio de nosotros nos ayude a discernir juntos cómo reactivar el espíritu misionero que el papa Francisco nos transmite con su ejemplo y su magisterio!”, dijo a los 1.000 participantes de la Asamblea Eclesial, el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.

El cardenal citó el documento de discernimiento, que "me gustó mucho leer", ya que "se recuperó una de las intuiciones más poderosas de Aparecida: la fe nos libera del aislamiento de nosotros mismos, porque nos lleva a la comunión". El mismo documento, en el número 163, nos recuerda luego que la comunión es misionera y la misión es para la comunión. 

"La sinodalidad debe entenderse siempre en un dinamismo extrovertido", recordó el cardenal  Ouellet, añadiendo: “La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe es una de las diversas formas en que la Iglesia vuelve a aprender a escuchar y a discernir. Hace unos días, cuando el papa Francisco inició el proceso sinodal, nos hizo algunas consideraciones que creo que también son válidas para nosotros aquí”.

Entre estas consideraciones, el cardenal recordó la invitación a detenerse, a escuchar la voz del Espíritu. 

“Tomarnos una pausa –dijo- de nuestros ajetreos, para frenar nuestras ansias pastorales y detenernos a escuchar. Escuchar el Espíritu en la adoración y la oración. ¡Cuánto nos hace falta hoy la oración de adoración! Muchos han perdido no sólo la costumbre, sino también la noción de lo que significa adorar”.

Para el cardenal Ouellet "no hay verdadera misión sin profunda comunión eclesial, ni comunión eclesial madura sin auténtico entusiasmo misionero", por eso "la sinodalidad, que es como la dimensión dinámica de la comunión, debe guiarnos más ad extra, para compartir la 'buena noticia', y no tanto ad intra, es decir, a las estructuras y posiciones de poder intraeclesiales”.+